CARTA A MÍ PADRE

Querido Padre

Tal vez nunca leas esta carta, tal vez nunca nos hablemos

Pues si tan cruel te contemplan, el destino no planea un desastre

Ni habría posibilidad tan siquiera de que juntos algo bebamos

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Sin embargo, existen mil dudas que retuercen mi cordura al revés

¿Por qué hiciste todas las aberraciones que en tu camino quizás empedré?

¿Por qué hubiste de negarme cruelmente una y otra vez?

¿Por qué me engendraste y deseaste que de mí se librara mi madre?

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Nunca pedí yo nacer y aun así lograste cuestionar mi existencia

Al punto de que a veces me considero un error desafortunado

Sin mí yo pienso, no existiría enemistad y prevalecería decencia

En la familia que manchó mi nacimiento desdichado

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¿Qué hay de tu vida?, Siempre tuve curiosidad de conocerte más a fondo

Como un tirano te han catalogado en mi entorno

Más sin embargo, tú eres una persona, mereces ser perdonado

Tu frivolidad no es más que un adorno

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No lo voy a negar, tu aspecto a veces me incomoda, pero eres mi papá

Tú mirada es tan profunda que en mi penetra

Lo siento, pese a que es algo que el mundo quiere que sepa

En mi interior desearía conocerte más allá de lo que se proyecta

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A mí nada malo me has hecho

Motivos para odiarte no tengo

Sin embargo, causaste daños bajo mi techo

Y mis allegados me han de prohibir contacto contigo

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Hemos de tener también presente

Tú estás casado y tienes un hijo

A mí me criaron mi madre y mis abuelos pese a tal antecedente

No es posible vernos sin recelo, menos yo podré lograr al menos pensar “hacia ti me dirijo”

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Aún así ante tu presencia me siento como una infanta

Llena de curiosidad y asombro ante cada escaso detalle que de ti conozco

Son tantas las emociones que siento como mi cabeza me mata

Al ser tú alguien al cual casi por completo desconozco

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Me decepciona la osadía de las acciones y medidas que tomaste en tus entonces

Eres un hombre, ya seas extremadamente valiente o absurdamente cobarde

Puedo imaginar con exactitud cuán mal de mí tú pienses

Todo ello en general, a mí me llena de coraje

…

A pesar de todo lo malo, me quieras o me odies

Tú siempre serás mi padre y yo siempre seré tú hija

Así nos hablemos o sólo miremos de la cabeza hacia los pies

Yo soy tú sangre y un pedacito de vuestro ser aunque a mí usted no se dirija

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Te quiero mucho, gracias por darme la vida

Y aunque ni me repares, siempre habrá en mi corazón tu pedacito, así me encuentre refundida