“Yawar fiesta”: Abuso de poder, choque cultural y discriminación.
Por: Calderón Ramos Juan Carlos
Idrogo Saldaña Jhan Antony
Rodríguez Campos Yohan Danny
¿Cómo el Estado peruano utiliza su poder para “civilizar” las tradiciones indígenas?; esta y otras preguntas surgen después de leer Yawar Fiesta, escrita por José María Arguedas Altamirano, andahuaylino, nacido el 18 de enero de 1911, quien falleció el 2 de diciembre de 1969, por suicidio, en Lima. Este escritor peruano destacó por sus narrativas, entre ellas: Yawar Fiesta (1941), Los ríos profundos (1958), El Sexto (1961), Todas las sangres (1964), El zorro de arriba y el zorro de abajo (1971, póstuma). Además, fue poeta, traductor, periodista, antropólogo, etnólogo y docente universitario. La obra analizada fue publicada en 1941 y traducida a idiomas como el inglés, francés, alemán, italiano, ruso, japonés. Es así como Arguedas muestra a través de su novela el abuso de poder, choque de cultural y la discriminación en Puquio.
Arguedas, representante del indigenismo, con su narrativa pone en evidencia el abuso de poder; pues, en Puquio las autoridades del Gobierno imponen al pueblo el cambio de sus tradiciones, ejerciendo su poder sobre ellos. Es así que en uno de los hechos se aprecia que las autoridades prohíben la corrida sangrienta, costumbre instaurada; la cual los indios no se resignan a perder aquello que llevan esperando todo el año y que forma parte de su propia historia. El subprefecto, de espaldas a la mesa, se cuadró con un papel en la mano, y empezó a hablar: —Señor alcalde y señores vecinos: tengo que darles una mala noticia. He recibido una circular de la Dirección de Gobierno, prohibiendo las corridas sin diestros. Para ustedes que han hablado tanto de las corridas de este pueblo, es una fatalidad. Pero yo creo que esta prohibición es en bien del país, porque da fin a una costumbre que era un salvajismo, según ustedes mismos me han informado, porque los toros ocasionaban muertos y heridos. Como ustedes se dan cuenta, yo tengo que hacer cumplir esta orden. Y les aviso con tiempo para que contraten a un torero en Lima, si quieren tener corrida en fiestas patrias. La circular será pegada en las esquinas del jirón principal. (Arguedas, 2016, p.164 y 165). En consecuencia prueba la represión contra la población indigena al no dejar realizar su mito antiguo. Por lo mismo, en su novela se evidencia que el gobierno utiliza su poder de forma autoritaria para imponer su festival sobre los moradores nativos lo cual hoy por hoy se manifiesta en el acceso a empleos, en el trato de servicios públicos y en la representación mediática. ¿De qué manera la novela muestra que el abuso de poder no es solo un acto violento, sino un sistema de creencias internalizado?. Arguedas afirma que en la novela existen las diferencias de poder, lo que influye en las costumbres de la población indigena. Al respecto a (Castillo, 2018, p.237 y 238). Los elementos carnavalescos de la escena final no se encontrarían tanto en la inclusión de elementos festivos y coloridos como en una estructura más sutil que subvierte el orden hegemónico. El toro simboliza en las sociedades andinas el poder de los españoles y, por extensión, de los gamonales. No es extraño que el Misitu, el toro más temido, sea propiedad de don Julián Arangüena, el temible gamonal y que sean sus pongos de puna los encargados de su cuidado. Es clara la asociación entre el terror y profundo respeto que sienten por el toro y la opresión, paternalismo y dependencia que sufren bajo el gamonal. En esta cita encontramos la sumisión del indio, frente al poder del gamonal o hacendado ya que en la actualidad se vive la diferencia salarial por la distinción de clase social.
Otro de los aspectos que evidencia de manera profunda es el choque cultural, entre la comunidad andina tradicional y la comunidad occidental «civilizadora» impuesta por el Estado peruano. Este enfrentamiento se dramatiza en la disputa por la yawar fiesta o turupukllay, una tradición ancestral de la población de Puquio; representada por las autoridades estatales, criollas y mestizas. Esta confrontación se produce por querer imponer una cultura ajena que no tiene nada ver con las costumbres andinas, los mismos hechos que se plasman en el siguiente fragmento. —Ahora, siga, don Pancho. —Yo le digo, señor supe, que la indiada es el pueblo, el Puquio verdadero. ¿Acaso es don Antenor, caminando blandito, apuntalándose con su bastón, cariñando a sus callos? ¿Cómo va quitar el Gobierno la corrida de Pichk’achuri? De casa en casa, por los cuatro ayllus, tendrían que ir los «civiles» quitando los wakawak’ras; tendrían que subir estos cerros y entrando a las chukllas, quitar los wakawak’ras de los indios del alto. ¿No están oyendo, señor? A ver, ¡paren un rato!… Ese pukllay que suena lejos, que baja, como de los luceros, es de los comuneros del alto. ¡Tendrían que hacer parar el corazón de todos los puquios para que no canten los wakawak’ras!. (Arguedas, 2016, p.227 y 228). Por ende la cita nos muestra como don Pancho, señala que la cultura no es solo un acto, sino el «corazón» del mismo del pueblo. Lo cual la prohibición es inútil porque la tradición está viva en cada casa, en cada cerro, en el sonido de los wakawak’ras que llenan el paisaje. Esto es la afirmación de que en la actualidad no se debe prohibir una celebración resiliente de la cosmovisión andina con un decreto impuesto. ¿De qué manera la imposición cultural del Estado peruano refleja una forma de dominación? La cual con relación a (Castillo, 2018, p.231). En una sociedad rural como Puquio, fragmentada por relaciones de dominación y explotación, es un universo cultural compartido (el de la sierra peruana) el que le da unidad. En este sentido, la principal fuente de conflicto no es una oposición entre explotados (indios) y explotadores (la tríada indigenista del gamonal, la autoridad civil y el párroco), sino entre códigos culturales aparentemente irreconciliables: el mundo costeño y el mundo andino. De esta manera, el Yawar fiesta de Arguedas no equipara mundo andino con indio, sino que presenta un mundo más rico y jerarquizado, cohesionado por elementos culturales comunes. En voz del propio Arguedas: “[…] lo indígena está en lo más íntimo de toda la gente de la sierra del Perú” (Rowe, 1976, p. 261). La identidad andina está viva en todos los rincones del Perú serrano, más allá de clases o jerarquías, y que la cultura indígena forma parte del ser más profundo de su gente. Este texto muestra cómo la cultura andina es un legado rico y perdurable, no una simple costumbre. de esta manera Arguedas defiende que no se puede imponer otra cultura por la fuerza, porque las tradiciones están en el corazón del pueblo. Eso sigue pasando hoy en día, cuando no se respeta lo que realmente somos. La cultura andina es parte del alma del pueblo y no algo que se pueda borrar con leyes. Hay que valorar nuestras raíces y no dejar que se impongan costumbres ajenas.
Asi mismo muestra la discriminación, ya que el gobierno margina a la población indigena por las tradiciones locales no aprobadas hacia las tradiciones Foraneas, la cual estos hechos nos muestra en la siguiente cita propuesta.—¡Bueno, señor subprefecto! Al Misitu lo traen de las orejas. —Y con el Misitu tendremos una corrida como en tiempo de los antiguos. –¡Ojalá, señores! Veo que les gustan esas corridas, más que a los chapetes[36] su Joselito y su Belmonte. —Depende, señor. Aquí también tenemos nuestros cholazos. Al mediodía y al atardecer llegaban los principales que habían salido a las chacras. Algunos se iban derecho a sus casas; otros sabían que a esa hora se podía charlar con el subprefecto en el corredor de su despacho, y se dirigían a la plaza. Cuando estaban en el parquecito, sujetaban las riendas y lucían sus aguilillos, para que vieran los vecinos y la autoridad principal. Desmontaban en la puerta del cuartel y subían a carrera las gradas de la subprefectura. Los que habían llegado se juntaban cada vez más, rodeando al subprefecto. (Arguedas, 2016, p.156,157 y 158). Por lo cual esto expresa que el gobierno utiliza a los indígenas para su beneficio propio, en sus que haceres diarios lo que en la actualidad se refleja en la actualidad cuando vemos andinos migrar a lima, los tratan de diferente manera . Manipulan a los indios para tener control sobre ellos ya que ven que son más ventajosos de sí mismos.¿Cuál es el origen de la discriminación si somos iguales?. De la misma forma con respecto a (Castillo, 2025, p. 229 y 230). Además, los indios que migran a la ciudad también están representados. Efectivamente, la voz etnológica nos dice que dos mil lucainos vivían en Lima y más de quinientos eran de Puquio. Muchos de ellos sufren pasivos el ataque de la ciudad, no en vano el capítulo que Arguedas les dedica se titula “Los ‘serranos’” con el comillado que habla del profundo desprecio que implica el término en la costa. Pero hay los otros que se organizan bajo una ideología revolucionaria marxista, aunque también enajenante.. En consecuencia nos muestra como marginan a los indios ya que no tienen sus costumbres y los ven como rebeldes sin educación de sus actos, comportamientos. Asi mismo todos somos iguales de diferentes situaciones, en clases distintas no somos y fuimos educados bajo la mismas enseñanzas esto com la actualidad vemos que hay discriminación por la diferencia del poder monetario. Finalmente de todo lo visualizado y redactado debemos tener en cuenta la importancia de los valores y empatía, más no apto para la imposición de una cultura foránea encima de una cultura local, lo que no se aleja de la actualidad de personas de ciudad cuando viajan a provincia queriendo imponer sus costumbres con la localidad.
En conclusión, Yawar Fiesta refleja cómo el poder del Estado busca “civilizar” a los pueblos indígenas, imponiendo su visión occidental y vulnerando la identidad cultural andina. Arguedas denuncia este conflicto como símbolo de resistencia y dignidad del pueblo.
Referencias:
[Tesis de licenciatura, Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote]. Repositorio Institucional – ULADECH Católica. https://biblioteca.agustinos.pe/opac_css/doc_num.php?explnum_id=2159
Zari Quispe, E. E., & Prado Ríos, J. A. (2022). La oralidad en la argumentación escrita de estudiantes universitarios.Letras(Lima),*130*(89),199-222. http://www.scielo.org.pe/pdf/letras/v89n130/a11v89n130.pdf
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