Alguna vez la vida del desenfado fue hermosa,
jugabamos con nada…nuestra escoba era un caballo,
pareciamos jinetes…principes de las historias
de los domingos humildes de nuestros cines de barrio.
En nuestras cajas de ahorro…que ya ni existen ahora
la estampilla eran los vueltos de chicos de los mandados
y los terrones de azucar golosinas que se roban
cual si fueran caramelos y no gastar los centavos.
Eramos tan felices sin saber por que se llora…
pues te negaban mas horas para jugar…castigado
si volvias aplazado con el cuaderno de notas
y tus padres se enojaban acusandote de vago.
Dolian las penitencias y los chirlos en la cola…
pero los niños lloran porque quieren ser salvados
por abuelos preocupados por padres que no perdonan
la inocente travesura que ellos tambien castigaron.
Y hubo una vez aquel mundo de niños haciendo rondas
tomandose de las manos muy felices y cantando
disfrutando de la infancia las mas simples de la cosas…
que habia una vez en la vida donde la casa…era el barrio.
Oscar Tossi D/R.-
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