Qué hermoso atardecer,
me recuerda el color de tus ojos,
esos que no dejan de verme,
ni siquiera cuando el silencio habla.

Si el mundo llegara a terminar,
con tu sonrisa todo renacería,
y el caos volvería a su lugar.

Dios bendijo al mundo con tu creación,
y en tu esencia la esperanza floreció.

Ya no existe tristeza,
pues hasta mis lágrimas ríen al caer,
como estrellas que danzan en la piel.

– cams

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