EL CLUB DE LOS SUPERHÉROES

Había una vez, en una escuelita muy alegre de la ciudad de Chiclayo llamada «Sol Radiante», Allí había dos niños que creían que no pertenecían a ese lugar por la condición que ambos tenían.

Uno era Luchito, un niño de 9 años con unos ojos grandes tras sus gruesos lentes. Su miopía hacía que tropezara al correr y que no viera bien el pizarrón.

Y Sarita, una niña de 10 años que usaba una silla de ruedas color morado. Ella soñaba con jugar fútbol, pero su silla no entraba en la cancha de tierra.

Un día, la señorita Rosario les pidió hacer un trabajo en equipo. Los demás niños dudaron: Maestra yo no quiero trabajar con ellos «Luchito no ve bien y Sarita no puede correr», decían. Pero la maestra les sonrió: «Cada uno tiene un superpoder… ¡solo hay que descubrirlo!».

Luchito y Sarita se unieron y ambos empezaron a pensar que podían hacer. Ella tenía muchas ideas brillantes y él, tenía una memoria de elefante (recordaba todo lo que escuchaba). Así que juntos empezaron a inventar:

Un «fulbito de mesa» con tapas de botellas para que Sarita pudiera jugar. Y también

Crearon un «pizarrón parlante» donde Luchito grababa todas las lecciones en su tablet para repasarlas en casa.

Cuando llegó el Festival de Talentos, todos esperaban ver solo bailes. Pero Luchito y Sarita presentaron «La Canción de los Superhéroes»:

Sarita cantó con una voz de ángel, mientras rodaba entre el público.

¡Mientras que Luchito tocaba el tambor… y para no lastimarse los dedos! usó palitos especiales que él mismo diseñó.

Finalmente, todos los niños quedaron maravillados por las cosas que habían hecho Sarita y Luchito , desde ese día todos querían trabajar con ellos y la directora les dijo: «Los verdaderos superhéroes no vuelan… ¡Ellos saben que juntos son invencibles!».

FIN

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