No olvides que tú solo existes en mis escritos

agradece tu vida a mis fantasmas,

a la pasión que pongo en cada verso

por recordar el aire que respiras,

la ropa que te pones y luego te quitas,

los relojes no existen cuando compartimos esa botella de vino mientras Charly canta » pero nunca te encontrarás al escaparte…» y este teléfono se convierte en testigo incómodo de nuestras idas y venidas.

Paso una estrella fugaz y pedí por ti, para que nunca te den las doce, sin las zapatillas con las que te vas, por lo que soy o por lo que nunca fui.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS