A veces te quedas en las yemas de mis dedos

añorando que mis besos te tornen fuego.

Y así arropado de silencio te apresuras

a degustar las mieles, las mieles de mi piel madura.


A veces te quedas en las yemas de mis dedos

con la misma convicción, del amor que entregas.


Mi Lucida Vesania

Jorge Amado Serrano

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS