Recriminación a una portada.

Veo su vulva interrumpida por un tallo con hojas. su piel es continua, sin tráfico ni tiempos, pero tiene hinchazones en los pectorales… es tan fea.

Subimos un poco más, esos pechos blancos y lechosos, tan perturbadores…. ¡uy! estoy goteando.

¡Quedemonos un poco más en esos senos! Contemplen, amigos, solo el izquierdo porfavor…. ese es un pervertido. Su clavícula es tan dura, tan saboreable.

Brazo relleno de «pureza», ¡Ñami ñami!.

¡Miren bien….!

EL lado maldito…, el mañosito…, el lado humano. Sostiene su manzana con soberbía y picardía; sus dedos rozan la madera donde cuelga nuestro seguidor, este trata de enrollarce más en la rama donde sonrie mientras le aullenta toda alma y linfa pura.

Es tan despreciable lo superior… bajemos ahora.

¡Que irónico! Pies de seda sobre el abismo al mundo, esos son los últimos toques que tendremos al «descanso».

Aunque dudo que ella desee estar ahí… su pie izquierdo se oculta detrás del hermano ocultando la mugre de su vida que reposa ahora en nuestra conciencia y apariencia.

Maldira seas mujer, a tu izquierda tienes a nuestra eterna fiera y a la derecha al sexo. 

Aunque, ¿A dónde escapar?

Es cierto, no pregunte… ¿Dondé está Dios?