La niña y el fuego

La niña y el fuego

Valen

31/07/2025

Había una vez una niña que nació en un pueblo donde el fuego era temido. Se decía que todo lo que ardía traía destrucción. Por eso, las llamas estaban prohibidas. Las cocinas eran frías, las noches oscuras y los corazones, tibios apenas.

Pero ella, desde pequeña, llevaba una chispa en el pecho.

Cada vez que se enojaba, soñaba o reía muy fuerte, esa chispa crecía. Al principio, sus padres intentaron apagarla con palabras duras. Le dijeron que era peligrosa, que debía ser “una niña normal”. Pero cuanto más la reprimían, más ardía por dentro.

Un día, mientras caminaba por el bosque, la niña encontró una pequeña fogata abandonada. Se sentó frente a ella y, por primera vez, no sintió miedo; Sintió calor, Vida. Se miraron ella y el fuego como viejos conocidos.

La llama le habló, sin palabras:

—No vine a destruirte. Vine a despertarte.

Desde entonces, la niña ya no escondió su fuego. Aprendió a cuidarlo, a soplarlo con amor cuando era débil, y a contenerlo cuando amenazaba con volverse incendio. Algunas personas se asustaron y se alejaron. Mientras que otras se acercaron a compartir el calor.

Y así, la niña creció.

Ya no era solo fuego. Era luz ,era fuerza y era hogar para quienes temblaban de frío.

Y en su pecho, la chispa que una vez quisieron apagar, ahora danzaba libre.

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