pensamientos

Quiero llorar, gritar,
romper el silencio que me aprieta el pecho.
De todo esto escapar.
Ya no quiero seguir,
ya no quiero fingir
que estoy bien
cuando por dentro me desborono.

Tomo mi taza de café,
aún caliente entre mis manos frías.
Observo el humo que se eleva,
como si él pudiera
llevarse todo lo que duele.

Pienso, escribo, me cuestiono.
¿Por qué, cuando intento entenderme,
me ahogo más profundo?
¿Por qué las palabras que siento
nunca logran salir?

Se enredan en la garganta,
se bloquean, se asfixian…
como si decirlas fuera un crimen,
como si nombrar mi dolor
lo hiciera más real.

No hay salvavidas,
nadie a quien gritar auxilio.
Y si lo hay…
no escuchan,
no entienden,
no saben cómo llegar hasta mí.

El tiempo,
ese traidor silencioso,
se escurre entre mis pensamientos
como agua que no puedo retener.
Y yo… sigo aquí,
mirando cómo la vida pasa
sin detenerse a verme.

Una mariposa sacude sus alas,
la veo siempre
en el mismo árbol.
Día tras día, vuelve.
No sé si ese lugar tiene algo especial,
si guarda un secreto
o si simplemente
ya no quiere cambiar.

Va de flor en flor,
liviana, brillante,
sin peso que la retenga.
La envidio en silencio.
Tan pequeña…
y sin embargo, tan libre.

Quisiera tener alas.
No para volar lejos,
no para escapar de todo…
sino para poder respirar
sin sentirme culpable,
para dejar de cargar
este dolor, esta tristeza que no se va.

Quisiera ser como ella
con un lugar al que volver,
pero sin miedo de partir.
Con colores en las alas
y viento en el alma.

Quisiera, aunque sea por un instante,
ser libre de mí.

– cams