Que los pétalos de tu vida,
Se caigan detallados,
Y que tu libertad,
Se ahogue en los sinfines más recónditos de ti.
Que tu pluma indeleble,
Elija las palabras correctas,
Para sobrepasar lo sobre pasable,
Y pasar la vida pensando en las acciones cometidas.
Pajarracos intangibles,
Dinastía sur-real,
Vibraciones apáticas de reflexiones sin sentido,
Nos delata o nos elige eficazmente.
Que los recuerdos intachables,
Nos devasten el alma,
Y nos estrujemos en un abrazo infinito,
Y que nuestras lagrimas sequen solas.
Rudimentaria la vida,
Pensando de a dos,
Susurrando de tres,
Y terminando terriblemente atroz.
Recuerdos pendientes,
Mezclando los sentidos,
Apagando las llamas,
De penas liadas.
Solloza la vida,
También la muerte,
De comprometernos a nada,
Inventándolo todo de nada.
Desojando margaritas,
Y tomándola con soda,
Transformando las quimeras,
Y abriendo los ojos cansados.
Pensamientos únicos,
Botón lejano,
Sujeciones temblorosas,
Caducando la pena mía.
Demostraciones de afectos,
Transcribiendo lo insensato,
Observando lo coloquial,
De lo anhelado.
La vida de palos y rabos,
Consensuando destinos,
Plegarias del pasado,
Dudas invisibles y elocuentes.
Arrebatos de agonías,
De saborear lo irrepetible,
Azotando y acarreando las dudas,
A través de sabidurías y experiencias adquiridas.
Cúmulo de venganzas,
Silencio cruel y excelso,
De contagiarnos las ganas,
De implosionar las tripas de las decepciones.
Pálidas acciones, turbias melancolías,
Navegando al poder eterno,
De transparentar la fusión,
A través de espejos notorios.
Nítido el desconsuelo,
De confiar en las personas,
Y desquitarnos con el dolor,
Ese sufrimiento indescifrable y sutil.
Paralelismos desafiantes,
Escondidos y perdidos,
De plantearnos lo confuso,
Y deleitarnos al más allá.
Palabras sin sentidos,
Modulando lo capaz,
E infringir lo legal o no,
De replantearnos la vida o morir en el intento.
Sigilosamente inhumano,
Parafraseando la culpa,
De confesar,
Y delatarnos totalmente.
Sutilezas indefinidas,
De carrucar los sueños,
Y abrir las palmas de las manos, y…
Hacerlos volar eternamente.
Desmanes y ademanes,
Semejanzas de entusiasmos,
De pensar conocerlos,
Sin compensar lo desconocido.
Titubeante y confuso,
Liado y enredado,
La existencia tal caja de pandora,
Sonrojado por no saber dónde disparar.
Y en las ataduras sin consuelo,
Nos destinamos, a no comprendernos,
A no explorarnos, a no observarnos,
A litigar con las verdades,
Mitigando las mentiras de lapsos interminables.
Y por ahí, nos comprometemos,
A experimentar, la odisea de lo insensato,
Trasluciendo nuestra vida,
Con las decisiones correctas,
O nos hundimos con ellas.
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