Nuestro amor siempre fue un amor peligroso, de esos amores de equilibristas perpetuos que cuelgan de alambres de circo para el deleite del publico.

Nuestro amor siempre estuvo entre pestañas y quicios de ventanas, al vacío, siempre en precipicio de ruptura, siempre más allá de morir mil veces.

Nuestro amor fue un amor caótico, toxico, inaguantable, un montaje de novela de ficción y de drama en donde todo se planeaba con antelación.

Nuestro amor fue un amor de nota roja, de periódicos de poca monta, de dilemas, de cuentos de terror, en donde se escribió de todo, sin puntos, ni comas, ni dires, ni diretes.

Nuestro amor fue un amor patrocinado por el pueblo, por los reyes y reinas, por la circunstancialidad de ventas y compras de la política Mexicana.

Nuestro amor fue un amor de camas vacías, de juego de chicas, un chantaje emocional, pura farsa, puras patrañas que iban y venían de hospital en hospital.

Nuestro amor murió cuando murió el sexenio, cuando la verdad se supo, cuando no hubo de otra, que acabar con el contrato que se firmo con antelación.

Nuestro amor, fue un amor con letras pequeñas y con normas grandes, con deberes más que con sentires, fue una violación en toda la palabra y en toda la violencia, que ni con una sola joya silencio el dolor dejado, ni la difamación.

(Poema inspirado en el matrimonio de Peña Nieto y Gaviota)

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS