La chica más hermosa

La chica más hermosa

AnxiNess

16/07/2025

Ya hace mucho tiempo de este suceso; estaba yo tan tranquilo como siempre caminando por aquellas calles que escuchaban seguido el eco de mis pasos ligeros y veloces, como si tuviera alguna prisa o como si persiguiera a alguna persona.

Y ahí me ves parado en medio de aquella esquina cuando la vi, una chica, hermosa como ninguna otra, la vi y me quedé sin palabras; ella también me estaba viendo fijamente, ella se acercó a mi y me susurró su nombre al oído… 

Yo atónito por haber conocido a una chica como ella, con esos ojos fríos como los míos, sus curvas marcadas como las curvas de aquellas pistas.

Después de susurrarme su nombre al oído me empezó a seguir los pasos y yo… nervioso y feliz por igual seguí caminando pero esta vez mi paso ya no eran ni ligeros ni mucho menos veloces, ahora eran pesados y lentos y aquellas viejas calles se percataron de aquel cambio y en una noche de noviembre las paredes de mi cuarto, con las que hablaba más que con nadie más, me preguntaron, «Rodrigo ¿Que paso? las calles están hablando de ti, dicen que has cambiado tu caminar, ¿Que paso?» Yo, en mi mente les dije «No paso nada simplemente cambiaron las cosas» pero lo único que mis paredes escucharon fue «________» y sin más se enojaron conmigo.

A la mañana siguiente volví a aquella esquina con la esperanza de volver a ver a esa chica y efectivamente ahí estaba apoyada en aquella pared; esta vez yo me acerque a ella con ganas de gritarle mi nombre, pero al llegar a su lado no me salían las palabras, me había quedado congelado; y ella al ver que no hacía nada solo se rió de mi y otra vez me susurró al oído, me dijo «Tranquilo, yo siempre voy a estar contigo incluso si tú no lo deseas, yo te seguiré los pasos y llegaré a ti sea día o noche, haya sol o empiece a granizar, pase lo que pase voy a estar contigo» y yo feliz sin imaginarme de la gravedad de las palabras que me dijo, me fui, a conversar otra vez con esas 4 paredes de mi habitación, al llegar a mi cuarto, les hable, pero ellas se quedaron en silencio, no me respondían a nada de lo que les dijera y yo enojado les grite «¡PORQUE NO RESPONDEN, TANTO TIEMPO HABLANDO Y ME ABANDONAN COMO EL RESTO DE PERSONAS, SIN NINGUNA RAZON! y sin darme cuenta empezó una pelea, era yo contra las 4 paredes, pero en eso llegó aquella chica que me dijo que no me dejaría nunca, me defendió y termino la pelea con solo su presencia; le agradecí, como es debido, y ella otra vez me susurró al oído «Te lo dije antes y reafirmó mis palabras… nunca te voy a dejar». Yo le respondí «Está bien, estaré dispuesto a que estés conmigo a todo momento». 

Y ahora después de mucho tiempo me doy cuenta del error fatal que fue encontrarme con aquella chica pues hasta hoy en día no me deja en paz y me sigue susurrando al oído «Nunca te dejaré» y ahora yo arto de su presencia tan fría le gritó «¡MALDITA SOLEDAD, TE LO RUEGO DEJAME EN PAZ!» Pero ya era demasiado tarde, pues, la soledad, ya se había instalado en mi corazón.

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