Salimos a cenar con Lilia, nos pusimos de acuerdo para vernos en un punto de reunión donde las dos calles cruzan, pues con su condición es más difícil acarrearla por donde hay gente; por esta razón su madre Lilia y yo caminamos por una calle detrás de la casa, su padre y tía por otro.
Cuando llegamos al cruce, no habían llegado, así que ella decidió averiguar porque tardaban más de lo usual. Lilia y yo nos quedamos ahí en medio de las dos callejuelas, con sus manos asfixiándo las mías, pues parte de su condición especial le atribuía una fuerza dos o tres veces más que la fuerza promedio de una mujer de treinta años, aunque lo que tenía de fuerza lo carecía de inteligencia, o por lo menos la inteligencia que estábamos acostumbrados. Estuvimos parados ahí un rato y nada que viniera.
De pronto noté como un silencio y quietud empezó a invadir la atmósfera, pues todos los sonidos habían cesado, solo quedaban los ligeros susurros del viento que rozaban entre las casas y las higueras suavemente fue llegando a nosotros una fragancia de jazmín, que invadió nuestro olfato. Mi mente comenzó a sentirse más despejada aunque con la curiosidad de saber de dónde venía este aroma embelesador.
Comencé a caminar colina arriba con Lilia en mano, con nuestras pisadas resonando en ecos suavemente distantes sobre La Laja del camino coma seguimos unos cuantos metros más y sentí como la fuerza de sus manos de Lilia iban disminuyendo, como si comenzarás a sentirse más segura y pudiera relajarse. En cuanto noté esto en ella, algo también empezó a cambiar en mí pues dentro de mi pecho comencé a percibir algo que no tengo palabras para describirlo. Pero era algo similar a una paz, serenidad dentro de mí, como si todo fuera pleno, perfecto y completo.
Su mirada de Lilia comenzó a cambiar pues su rostro se relajó completamente, dejando de hacer las muecas que todo el tiempo hacía. Continuamos caminando en medio de la de las casas de piedra y sus techos de teja y sus gigantes higueras afiladas a lo largo de todo el camino, con el sol de media tarde bañando el costado de las casas.
Todo mi mundo comenzó a convertirse en un fugasmo aumento, donde mi mente dejó de pensar simplemente me rendía a esta sensación que se hacía más y más grande cada vez que avanzamos hacia la mitad de la calle, cuando vimos un árbol de jazmín con sus flores blancas diminutas, reflejando la rojiza luz del sol. Fue en ese momento que Lilia me soltó la mano y ambos quedamos extasiados con el espectáculo de colores y olores que penetraban lo profundo de nuestro ser punto no había en mí ninguna emoción, ni pensamiento, el momento me absorbió, y por un instante sentí como dejaba yo de ser el espectador, para a ser parte del espectáculo.
Sentí una mano en mi hombro que me sacó de mi éxtasis, voltié y era…
-¿Lilia?. Dije
Era ella pero Lucía diferente, sus ojos color miel ahora irradiaban cordura y sensatez, su rostro esbozaba una suave y cálida sonrisa que me empapó por completo del más puro amor que haya yo podido sentir antes. De su boca comenzaron a articularse algunas palabras, aunque ella nunca había hablado ni hecho sonido alguno, no me sorprendió pues mi mente permanecía en un estado ausente de razón y juicio. A mis oídos llegó su voz que era melodiosa y llena de poesía.
-Mi amado Balam, yo soy Gea, solo tengo un momento para transmitirte este mensaje a ti y para mi madre cuando ella esté lista.
Decidí experimentar la ilusión de la conciencia a través de este cuerpo inhabilitado mentalmente, pues es parte de mi plan cósmico para evoluciónar en la elevación de mi conciencia. Así también era parte de tu plan cósmico que nos encontramos hoy aquí nuestra existencia en estos cuerpos humanos que viven sumergidos en la ilusión del deseo egotista de la mente ese efímera y pasajera pues para el cosmos es como un segundo comparado con su infinita existencia en expansión.
Dejar el drama deben, pues el juicio y la razón sin corazón sufrimiento viene punto del presente hacer su amigo pues de él depende la sabiduría divina.
En mí, en ti, en todo ser humano la infinitud del vacío, del universo, de Dios, existe cuanto más abras tu corazón a esta energía y vivas a través de ella, el juicio y la razón no usarás, sino más bien tu corazón. Justamente ahora experimentas la magna presencia de tu divino ser siendo consciente. Si evolucionar quieres presencias de tener, sin volución quieres, pasado y futuro de descargar…
Gea guardó silencio.
-¿Cuando sabré que tu madre está lista. Pregunte
-Amado mío, tú lo sabrás pues recuerda que en la presencia se encuentran todas las respuestas.
-¿Por qué no te quedas así?
-Mmm, en mí ahora solo existe el anhelo de cumplir mi misión, no se preocupen por mí, pues en mi Mora la bienaventuranza del divino, que trae consigo la recompensa del servicio vivido.
-con el amor de la radiante plenitud del universo me despido agradeciendo por el momento vivido tres…
Me quedé atónito por unos segundos, pues Gea regresó a ser Lilia, con sus gestos sin sentido, su miedo infundado y sus manos torturando las mías. Todo comenzó tan rápido que olvidó regresar en mí, pues detrás de mí las risas de su madre y su padre llegaban.
-¿Cómo llegaron tan rápido aquí?
Pregunto su madre
-¿Rápido?
-si tan rápido pues solo tardé unos segundos en regresar 3…
Ahora todo en mí estaba claro guardé silencio y comenzamos a caminar hacia el restaurante para concluir nuestra cena del día.
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