Tu ausencia

El dolor de tu ausencia es un peso al que no sobrevivo.

Y no es que pueda hacer mucho…

Realmente, ¿qué haré? Me impaciento.

Me siento atrapado entre la esperanza y el vacío,

como si todo se detuviera cada vez que pienso en ti.

Rezo, aunque no suelo hacerlo,

pero rezo con el alma

para que mi vida, de algún modo,

encuentre su rumbo de regreso a la tuya.

Porque de verdad quiero…

Quiero lo que soñamos,

lo que éramos,

lo que aún podría ser.

Bueno, queríamos… ¿cierto?

Los dos con los ojos brillando,

con promesas sin fecha y besos sin final.

Pero ahora… ash, maldito proceso,

este duelo sin cuerpo, esta ausencia con nombre.

Este amor que no muere, aunque se disfrace de despedida.

Y aquí estoy, tratando de seguir,

pero no dejo de preguntarme:

¿Y si todavía somos? ¿Y si aún hay un nosotros dormido esperando despertar?

te amo