La Excursión

La Excursión

pame

08/08/2025

Comenzamos la escalada ya tarde, cerca de las 9 de la mañana, atrasados esperando a Luis Alberto que se perdió en el complejo, ya estábamos bastante molestos, cargando las pesadas mochilas y con el sol pellizcando los rostros. Carmen la más avezada del grupo servía de improvisada guía hasta llegar a la primera estación, donde nuestro guía asignado se haría cargo del  minoritario grupo que iba a la gruta, el restos escalaba la cima hasta el sepulcro del mandil

La primera estación estaba como a 4 km , el sol despiadado nos obligó a parar varias veces, las narices blancas y los jockey mojados, nos sentamos a una orilla del camino polvoriento, con la nariz llena de tierra, las pestañas pesadas cubiertas de sudor , los ojos irritados , las manos resecas y un calor que nos doblaba en dos . Tomé de mi botella lentamente según las indicaciones, a sorbos durante el trayecto, tragos largos durante las estaciones .

LLegando salió un tipo enjuto y largo como un álamo, de pecoso rostro anguloso , reseco el pelo casi cobrizo, muy corto , tendría según mi apreciación cerca de 30 años. Se acercó al grupo despacio y nos evalúo con la mirada , después dibujo una extraña sonrisa en su rostro arqueó un poco las cejas y nos dio la bienvenida .

Me parecía bastante debil y fragil su contextura, hasta que tomó su mochila 3 veces mas grande que la nuestra y se la encajó en los hombros como si nada 

– wauuuuu sonó más atrás de donde yo estaba, la mujer debía tener entre 43 y 50 años, vestida con una horrorosa polera color gris oscuro, con vetas semi metalizadas, unos pantalones como de buzo apretados a unas piernas delgadas y arqueadas, carecía de glúteos , y en el pecho asomaban apenas unos damascos medio secos , me miré con ese short marrón , que destacaba lo blanco de mis piernas bien torneadas y firmes gracias a las 4 horas semanales de piernas, , lo brazos igual de firmes por las pesas y el trasero como un queque inflado por las maquinas . Le dedicaba en promedio 16 horas semanales  al gimnasio , a pesar de estar sobre los 50;  mi cuerpo era firme y hermoso, estaba orgullosa de mis logros , las reuniones de excompañeras me hacían sentir claramente con el ego a full. El chico se paró unos segundos y me miro atentamente , hizo un gesto algo raro que no supe interpretar , luego me miro con los ojillos de ardilla de un color café oscuro sin matices, y asistió como si estuviese dando algún examen y no hubiera pagado una suma irrisoria por  esta aventura , de la cual claramente empezaba arrepentirme  .

Me puse de pie cuando cuaderno en mano se acercó con una cinta para la muñeca y me marcó como a un animal, poniendo mi nombre y solo las letras de mi apellido

– fecha de nacimiento?. lugar de residencia, kilos , estatura  y  numero de móvil, por favor . Por supuesto este último dato me pareció inútil, si en dos horas perderíamos absolutamente la señal, claro que la imagen de un tipo tirado en medio de la montaña cuyo paradero se logró solo con el GPS del teléfono , le dio explicación a ese requisito.

Me acomodé en el complejo, en mi pequeña habitación ; un camastro , una cocinilla un pequeño baño , silla, sillón, velas, linternas, y varios tipos de chocolates y conservas .No hay ni tv ni radio, así que me ducho rápidamente, raspandome con las paredes en la estrechez del baño, saco algunas prendas de la mochila, y me visto, la tarde comienza a irse lentamente Un par de construcciones más allá, un local expele olores a carne, cebolla y ajo, que me dan un hambre voraz, tomo la billetera y la llave y emprendo directo  a el , pero cuando llego hay fila, me fijo en mi entorno, el lugar es tan verde , tiene tanta flora y hermosos arboles , que aquel local desentona absolutamente con  el lugar.

– pase… y avanzo , el hombre que me atiende de casi mi edad, es enorme , en la mano le cabe casi completo el pan del tamaño de un plato mediano 

– que va ser me apura… miro rápidamente las opciones ; carne champiñones, palta, queso , mayonesa alcanzo a decir cuando dice :

– un ingrediente más porque eres nueva, 

-mmm ¿tocino? .. el asiente 

me separo de la cola siguiendo a los que están delante y me siento en una banqueta , nadie me preguntó mi nombre , tampoco pague nada y me urge un liquido. La chica se acerca como un milagro , esbelta y muy bien proporcionada, de pelo rizado y muy oscuro, trae unos vasos enormes con una especie de jugo  y reparte uno en cada lugar . 

– gracias, le digo y ella sonríe . ¡Su nombre ?

Angela Márquez  , anota rápidamente y se va, nadie está sentado con mas personas, cada uno en una mesa de 40 x40  con un pie a la altura de mi cadera , y una pequeña banqueta de madera rústica, como si no quisieran que interactuáramos, doy dos sorbos al jarro con el jugo refrescante de limón, jengibre, miel y mucho hielo, Miro evaluando mi entorno , hay de todas edades colores, y tallas , pero al fondo los ojillos de ardilla, largo y delgado apoyado en una columna, el guía me mira misteriosamente . Le sostengo unos instantes la mirada y el sigue mirándome fijamente , me recorro despacio con los ojos, para verificar que el hombre  no me observe por alguna circunstancia especial , pero todo parece en orden . La chica se acerca ahora con un sandwich enorme, el olor me hace salivar, una mezcla de carne frita , especias cebolla, etc, me pasa un tenedor y un cuchillo y varias servilletas, dudo que sea capaz de comérmelo todo, aun con el hambre voraz que tengo en este minuto, antes de entregarmelo me dice  son  9.700 pesos  . La miro un poco extrañada, porque a pesar de que el costo es alto el tamaño lo amerita.

– si, claro le digo y me acerco a mi  bolso para pagarle, solo entonces descubro que mi bolso esta completamente vacío y al mirar alrededor parece ser que al resto de los asistentes les ha pasado exactamente lo mismo .

La chica pone el sandwich en la mesa, me mira fijamente , entonces oímos por los altavoces:

– Bueno como se habrán dado cuenta , hemos requisado todos sus documentos y posesiones, esta es la ultima comida que tendrán en días, así es que disfrutenla, algo desconcertados nos miramos en silencio, luego alguien corre y por inercia intentamos seguirlo, al llegar a la callejuela donde esta instalado el restaurante aparecen unos 50 hombres vestidos de negro con pasamontaña y armamento de gruesos calibre, voy a reclamar algo y recibo un golpe seco que me tira aun par de metros

– ve a comer – me dice un hombre grueso y de voz grave, es tu ultima oportunidad, creeme lo necesitaras . Me llevo la mano a la mejilla que me arde y se siente entumecida, un hilillo de sangre me corre por la comisura , Me levanto y veo a los demás hacer lo mismo, todos se dirigen de vuelta al restaurante .Varios puestos vacíos me hacen estremecer, me atraganto con el sandwich,  pero me lo como todo al igual que el vaso con limonada que bebo, ahora consciente que la cosa va en serio.

Al terminar un joven encapuchado se dirige a mi, de un tirón me saca de la silla

– regresa a tu cuarto me ordena severamente . Una vez allí me viene la angustia, todo en el cuarto ha sido registrado mi ropa , mis cosas intimas, todo esta desordenado sobre la cama, intento entender que pasa , pero me nubla la desesperación , intento salir y ahí descubro que estoy encerrada y no tengo llave, registro todo pero es imposible escapar. me siento en la cama con el corazón desbocado, se oyen ruidos como de carreras, vehículos, voces, instrucciones y tiros, algo me baja por la espalda, un sudor frío.

Me tumbo en el camastro e intento dormir o calmarme , pero estoy inquieta . Al cabo de calculo una hora alguien abre la puerta. Es un hombre extraño, me tiende un mono de mezclilla delgado y me ordena :

– Hora de trabajar cariño . permanece de pie frente a mi , yo voy al baño y me visto , me cojo en un moño el pelo y lo meto dentro de un jockey . Con un gesto y abrazando su arma me obliga avanzar hacia la larga fila de los otros como yo . Caminamos unos 300 mts, entonces veo los túneles, las entradas de no más de un metro de alto en la mitad de unas rocas enormes  niobobaotita, reza un cartel enorme en un lado de la mina , me entregan una mascara de gas , una botella de agua y me internan en la montaña, esta húmedo y calurosos, unos sonidos profundos como lamentos vienen a sobresaltarme, me suben a un carro con 4 personas más, y me llevan por el carril muy profundo, pierdo la visión a la mitad del viaje , hasta que a lo lejos distingo unas luces amarillo- anaranjadas . El carro se detiene y nos hacen bajar, me pasan dos herramientas: una picota con un arco extraño y muy fina y una pequeña poruña, liviana y delgada  y dos sacos con cierre hermético y cubiertos por una capa de aluminio, no solo me llaman la atención sino que de plano me aterra. Todos nos miramos , pero seguimos caminando hacia una veta de color violáceo fosforescente. Nunca ví algo tan bello y tan aterrador al mismo tiempo, me tiemblan las piernas, me ahoga la presión , pero estamos todos deslumbrados con aquella visión, las partículas se mueven libremente como pequeñas luciérnagas azules cubriéndolo todo , alguien se acerca , es un hombre claramente asiáticos, pequeño y delgado, con lentes con marcos oscuros y los dientes blanquisimos , nos hace una leve reverencia y nos calza los guantes, habla con otro algo mas joven , nos van separando de a tres por tramo, como en cuadriculas , el hombre cuya mascara esconde casi todo su rostro me indica el sellado de los guantes, primero uno quirúrgico, luego uno de lanilla, y después uno grueso pero flexible como de silicona , en el borde de la muñeca una cinta ancha bastante ajustada . lo mismo en el cuello, una tela de algodón, luego algo como poliéster y al final algo como silicona bastante ajustado .La mascara es bastante dura, se entierra en la piel, a pesar de los bordes a siliconados, se siente bastante incomoda , un pequeño tanque de una mochila con tiradores se cuelga en mi espalda, un minúsculo control se instala en la carterilla del mono . lo pinzan y me indican el on y el off. Solo luego de cada 60 min se enciende 5 min , y así sucesivamente , se recambia a las 10 de la noche . Solo entonces percibo que la jornada excede por mucho  a una normal. Voy a decir algo y alguien me golpea suavemente el brazo, el hombre de mediana edad está muy sudado, rojo , y sus ojos destellan , me hace un gesto de silencio y entorna los ojos , así que miro por sobre su hombro y veo al escuadrón armado inmovil cerca de la entrada . Los que van saliendo se forman y a medida que uno sale , va entrando uno nuevo,  a penas puedo arrastrar los pies , algo se siente muy pesado, me acuclillo en el sector mas bajo del túnel, y recorro de esa manera mas o menos 11 o 12 metros . luego la altura se hace mas grande y puedo pararme apenas agachada , unos metros mas allá la cueva se abre en una catedral enorme y calculo 23 o 24 metros sobre mi cabeza , cuelgan estalactitas azul cobalto, verde esmeralda, violeta, y gris perla, en una visión absolutamente increíble y maravillosa, en el medio la formación rocosa tiene un agujero irregular de unos 90 cm de diámetro, borbotea un liquido brillante y fosforescente tornasolado, espeso , alguien me separa apresuradamente del borde, cruzamos por una zona delimitada por barreras y veo la niebla danzarina elevarse iluminando brevemente de un color turquesa imposible todo el interior . Camino lentamente con una sensación de fatiga cálida , el recorrido se detiene en una entrada  de casi 1,50 alto que desde la entrada es absolutamente oscura , miro a mi alrededor , tengo la extraña intuición que entrare sola en ese lugar, y asi es,  de un leve empujón , entro rosando la cabeza. avanzo unos 50 mts cuando el calor húmedo me golpea incluso cubierta, un olor  a éter penetrante se filtra, me pica un poco el borde de la mascara . Se abre una veta angosta y alta una roca como carbón y mármol, y entre ellas aquellas gemas fluorescentes. Alguien me alcanza y golpea la roca con el gancho curvo, un golpe seco, que desprende una lonja brillante y hermosa, al caer al suelo se deshace y solo queda una piedra filosa en capas  muy delgadas como masa de hojaldre, con la pinza la levanta y sacude despacio abre la bolsa la mete dentro y la sella .

– Así con todas –  dice y pienso que no es tarea difícil la recolección, hasta que me doy cuenta que no toda la roca posee aquel centro coloreado, después de golpear dos horas , he conseguido llenar apenas 9 sobres  de los 25 que llevo , alguien vino a supervisar el uso del oxigeno, pero nada de agua ni comida , y mi estomago ya cruje. No se que hora es, oigo a penas el repiqueteo lejano de los demás obreros, el sonido de agua goteando, un burbujeo constante, y a ratos una rafaga caliente que hace picar la piel . estoy exhausta , me detengo , pero cada vez que lo hago, pasados unos minutos aparece alguien asegurarse que estoy haciendo lo que debo. El miedo ha ido mermando, pero se me ha instalado un dolor muscular nuevo, caliente e incomodo, hace calor, sudo y no se si es solo idea mia pero todo mi cuerpo brilla de ese color flúor azulado verdoso. cuando se me doblan las piernas, tengo la boca amarga y  casi no veo. un hombre muy grande me arrastra por unos pasillos extraños me sube al carro y me sacan al exterior . alguien me ayuda con las prendas, en un container todas las mujeres somos despojadas de todo y metidas en unas duchas alineadas en el techo, me estremezco con un pensamiento de Auschwitz , todas desnudas y alineadas , el primer chorro a penas tibio me sobresalta, pero me relaja y me saca el picor, luego dos rafagas un poco mas calidas, alguien me tiende un jabon y me unta el cabello con algo, me refriego y enjuago, una joven varios de años menor , me tiende una toalla enorme que me cubre por completo , la chica muy delgada, la piel cetrina y el rostro filoso, no dice ni una frase me tiende la toalla  y me guia hacia un lugar lleno de bancas y kardec de los que asoman monos de mezclilla, a un lado un dispensador te entrega ropa interior, camino junto al resto la chica nos quita la toalla y desaparece, nos vestimos en silencio, con un poco de vergüenza pero sobre todo por la ansiedad de comer y dormir . Al bajar del container nos suben en un minibus, las barracas están a unos 15 min . Al llegar nos asignan con una compañera y nos meten en una habitación con dos camastros, el baño comunitario esta frente a las barracas . Está oscuro , así que presumo que pasan de las 10, eso significa que trabaje 14 horas .Alguien golpea seco y anuncia

– Al comedor , ahora mismo . Desearía  solo tenderme en el camastro , pero no es buena idea hacerse la rebelde en estas circunstancias , mi compañera no ha emitido ni un sonido desde la  asignación en el container, tenemos estructura física similar , calculo que debe ser 3 o 4 años menor que yo . pero debido a que no me mira , prefiero evitar el contacto para no incomodarla .

El salón del comedor es enorme, hay bandejas por todo el contorno, en un lado lo caliente del otro lo frio, no hay nada frito, ni dulces , ni harinas .Todo es de origen natural , orgánico , los filetes limpios de grasas y nervios, la mayoría de las carnes son magras, mucha legumbre, jugos de frutas , leche de soya , almendra , avena, coco, muchos huevos de toda clase de aves, verduras variadas , frutas , cero azucares procesados, nos movemos en bloque sin tocarnos ni mirarnos, no hay guardias al pendiente , están solo en la entrada , a pesar de ello , nadie habla , ni susurra, con suerte respiramos. Escojo un filete jugoso, lo convino con pastel de acelgas y unos snack de garbanzos , tengo tanta hambre que salivo mientras llego a la mesa , engullo todo muy rápido, alternando con un jugo de frutos rojos, volteo para ver  si alguien se acerca de nuevo a los mesones y cuando veo que se instalan de nuevo en la fila, salto de la banca y los sigo, esta vez voy por el pescado, lo acompaño con trozos de tubérculos variados, y ensaladas verdes , estiro la mano cuando veo unos cilindros de avena brillantes, regreso a mi puesto pero ya el hambre se ha ido y solo como unos pequeños trozos de la segunda tanda, pruebo los cilindros de avena y miel , no saben como imagine y me arrepiento de todo lo que sobra, alguien se me acerca y me mira seriamente, intento disculparme, pero levanta una mano y me callo

– solo lo que vas a consumir , no se elimina nada , tendrás que comerlo . Yo al principio creo que bromea , luego veo al resto , intentando comer el sobrante y dirigirse con la bandeja  a los pilones , no hay basureros por tanto, vacío el plato y lo lavo junto al servicio , el malestar es total . perp camino calmadamente hasta las barracas

Duermo poco y mal , me duele el estómago, tengo sudoraciones, me pica la piel, sueño cosas terroríficas y sin sentido, despierto con un crujido extraño, como si algún miembro se dislocara, me destapo las piernas que me arden  y entonces lo veo, efectivamente mis dos piernas han sido dislocadas de tal manera que la rodilla mira hacia el lado y los pies se juntan en el medio, doy un salto y despierto otra vez, por fin veo el amanecer, me meto en la ducha y espero que vengan a tocar mi puerta. 6:30 en punto dos golpes , salgo y el hombre me guia , el mono de mezclilla y todo comienza otra vez .

He perdido de vista en promedio 8 o 9 personas de las que estaban cuando empecé, no pregunto nada , mi compañera ha desaparecido sin dejar rastro, estoy sola , descubro que hace días no oigo mi voz y la pruebo para ver si aun funciona, me doy instrucciones bajito hasta que llego a la mina . Hoy hemos cambiado el rumbo , ya no estoy en la amplia caverna colorida, ahora  estoy metida varios metros abajo en un agujero negro y caliente, un canasto me baja a mi y a un joven hasta una superficie rocosa húmeda y fétida, intento mirarlo para hablarle , pero nunca me da la cara , refuerza las correas se alisa el mono , se mueve nervioso , pero no me mira . con los cascos es casi imposible hablar ,pero  esperaba al menos un guiño. Un hombre muy extraño nos baja del canasto, es alto de miembros alargados y ojos color acero brillantes, la piel de un color grisáceo, presumo por efecto de una luz mortecina que apenas alumbra, nos guía por unos pasadizos angostos e irregulares que nos obligan a doblarnos para poder pasar del otro lado, una pared muy oscura, y luego un riachuelo azuloso, estamos cerca pienso .

La veta se abre ante nosotros como una cicatriz horrible y serpenteante, a tramos mas ancha en otros muy delgada , casi en la base, alcanza unos ochenta cm de ancho por casi metro y medio de alto

– Por ahí – suena la voz metálica del hombre ,me tiende las herramientas y las bolsas y mira el reloj 

– luego vengo por uds 

me deslizo con cuidado en la pared rocosa, nerviosa, el joven me sigue, avanzamos unos tres o cinco metros cuando comienza abrirse en un boquerón oscuro y siniestro, el chico prende la linterna , ahora yo lo sigo . hemos llegado a un lugar nuevo, las paredes parecen tapizadas de mármol azul, verde y violeta . Empezamos la labor de forma mecánica y sin  contacto, de pronto ya pasadas unas horas el chico cae desvanecido en medio de la losa, me desespero y grito , pero nadie viene en mucho rato, luego aparecen tres personas lo cargan y se lo llevan , me dejan allí sola , tengo miedo, comienzo a sudar y a ahogarme de la angustia,  me siento en el suelo un rato, pienso en mi familia, en mis colegas, en mi gato , lágrimas gruesas ruedan por mi cara , permanezco allí  ahogada en llanto y desesperación .

Después de un rato alguien viene por mi , observa las escasas bolsas llenas y me mira fijamente , siento algo muy extraño, es como si me gritara sin emitir sonidos , el oído casi me explota y mi corazón late aceleradamente . Me subo al canasto, me duelen los pies y me pica el rostro , me saco los implementos y me voy a la ducha, no oigo el golpe en la puerta , tampoco los de la mañana , despierto del calor , un intenso calor que me tiene empapada, intento abrir la puerta pero esta sellada, tambien las ventanas , grito un rato, luego me abandono en el camastro , entonces y por primera vez en meses veo un pequeño agujerito, un lente, bajo el en letra gótica

– sonríe a la cámara 

me levanto del camastro de un salto,veo que en el techo que lo que pensé eran luces son muchas cámaras . pateo la puerta y alguien me abre. Todos aplauden y me golpetean la espalda. Estoy furiosa , los separo de mi con empujones, hasta llegar a la entrada del casino.

Allí un hombre con un sobre lleno de dinero, un extraño trofeo y todas mis cosas , me habla amablemente 

– lo hiciste muy bien 

A estas alturas no estoy segura de que es verdad y que no , asi que tomo todo y voy a la barraca . Allí están mis compañeras, también el resto de mis cosas.

– yo me largo les grito – ellas sonríen , ninguna leyó la letra chica del tríptico de excursión, estaba todo ahí , hasta el último detalle , todo lo que autorice cuando lo firme.

Tomo mi mochila , me despido de algunos con la mano en alto y comienzo mi regreso 

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