Nadie quería mentir.
Nadie quería matar.
Nadie quería dañar.
Pero todos queríamos asesinar
aquella parte consciente de nosotros.
Y cargaría tus cruces como si fuera mi espalda
y ni como las estrellas nunca fui nadie
pero frente a ti fui todo.
con tu voz gentil
Adormeciste mi alma con dulces susurros.
Si con mis ojos vieras las estrellas
no necesitarías espejos.
Si con mi corazón sintieras el viento
no necesitarías amor de nadie.
Si Dios no habita en la tierra
es porque se terminará encontrando a sí mismo.
Somos los desdichados,
los atropellados y los pisados
por decisiones fútiles y pasionales
que en realidad nadie pidió
¿Quien quisiera matar a su hermano?
¿Quién tirará la primera piedra?
Gritaban aquellos infanticidas.
Pero quien te verá a través
de esa mascara con la que tratamos de envolver al mundo.
Envolverás tus penas en un papel
y las darás como caramelos.
Mas no te olvidaría, te enterraría
y trataré de iluminar tu sombra.
No queríamos dormir
porque queríamos soñar de pie.
¿Pero para que soñamos?
fue lo que nunca dieron a responder.
¿Recordarás mi voz con la que te he blasfemado?
¿Tomaras mis manos con la que te he apuñalado?
¿Mirarás mis ojos con los que te he odiado?
No respondas, ya que ni yo lo haría.
Queríamos cantar la misma canción
a pesar de ser mudos.
OPINIONES Y COMENTARIOS