Ayer no hubo un solo momento en el que yo no pensara en ti.

Cada rincón de mi mente llevaba tu nombre, cada suspiro terminaba en tu recuerdo.

Soñé contigo… y en ese sueño te sentí tan cerca, tan mía, que al despertar sentí que me faltaba el aire.

Y hoy, como si no fuera suficiente, amanecí con más deseo de tenerte en mi vida.

Más necesidad de tus abrazos, de tu voz, de ese caos perfecto que traes a mi corazón.

Ash… te extraño, mis ricitos de oro, te extraño como nos extrañabamos o incluso más 

¿Debería soltarte?

Nahh

¿Y quién soy sin esto? ¿Quién soy sin tenerte riendo en mi pecho?

Me gusta ser esta versión de mí que ama sin medida, que siente, que se estremece con solo pensarte.

Aunque duela un poco, aunque arda a veces… me encanta esta herida dulce.

Porque hay algo tuyo que se quedó en mi ser.

Un susurro sin decir, una caricia que no se fue, un deseo que no se apaga.

Y aunque no estés aquí, te siento, te vibro… te quiero.

Y sí, lo admito…

Me encantaría perderme otra vez en ti.

en fin, un beso donde sea que estés mi amor.

te amo 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS