Autora: Isnery Selene González Porro.

Título:    18

La hermosa fantasía sentada en su trono reinaba feliz, forjando el amanecer del lunes con prodigiosa brisa húmeda, que reverdecía los encantos divinos de la vida en toda la superficie de la tierra, sus pasos seguros con alegre andar esparcían los aromas originales de las flores, que revelaban los secretos de la buena suerte para el amor y la dicha. Inspiraba suspiros profundos con la magia de los frutos, que entre verdes y maduros decoraban el entorno, e insinuaban sus sabores naturales para despertar buen apetito.

. La armonía vestía de fiesta, al ritmo de las melodías trinadas por aves cantoras, mientras que la lluvia fina y transparente, al caer sobre los colores destellaba luces de felicidad. ¡Justo entonces!, traslúcida, con brillos adicionales, sonrió la diosa Luna como madrina que concede los deseos y anuncia la buena suerte, en llena, nueva, creciente, o en cuarto menguante. Acompañaba esta vez, en más perfecta armonía, al sol recién saliente, compartiendo el escenario y mirándose de frente….

Un joven rio, también bailaba y jugaba con traviesas mariposas, salpicándolas con agua divina, dejándoles rastros húmedos en las alas, similar a las huellas de rocío sobre la hierba fresca que crecen en las mañanas.

Azul claro vestía el cielo, con decoraciones de nube blanco y plata, parecían estar figuradas con algodón de azúcar, e imaginadas quizás por un pintor diseñando el perfecto paraíso. Belleza equivalente a la del mar colindante, que asumía sus reflejos, develando los misterios, como el espejo mágico de un cuento viejo.

Mientras amainaba, las olas sutiles se desvanecían allá por el horizonte confundiéndose entre la esperanza y una paloma blanca, que volaba haciendo pasar el tiempo, veloz y decidida a cruzar de extremo a extremo el arcoíris gigante y esplendoroso, dibujado en lo más alto, con toda su gama de colores brillantes, fundando con su presencia un pórtico divino, camino a la felicidad.

Allá,… a lo lejos, adornaba a una ventana un coro de orquídeas, claveles y rosas blancas, reflejando en sus cristales al viejo árbol del parque, que sacudía sus enormes alas, cubriendo alrededor con pétalos blancos, simulando una nevada.

De repente, como en las películas de terror, se desvanecía la luz natural, imponiéndose la oscuridad poco a poco, convirtiendo el hermoso día en plena noche,…Un menesteroso vagabundo, con características comunes entre los dementes, descalzo, con barba larga y sucia, semidesnudo, uno de esos desafortunados a los que insensiblemente le llaman, “LOCO”, gritaba exaltado y eufórico, enfatizando que algo extraño ocurría, algo tan malo que daba miedo.

Un brillante aro de fuego circundaba la luna llena, causando tanta incertidumbre que muchos corrían espantados, otros lo asociaban con la señal que anuncia el comienzo del final, el apocalipsis, o un holocausto, pero por suerte no era para tanto, simplemente se trataba de un eclipse de sol. Así lo explicaron los más inteligentes logrando un giro al lado opuesto del contexto.

Transcurría así el principal momento de la premier puesta en escena, en teatro natural con entrada libre, sin taquillas ni papeletas, cautivando la atención de los espectadores, ¡no!, no se corrieron los telones, ni se encendieron las luces, tampoco el público se puso de píe, no hubo murmullos, ni aplausos. Se acabó la obra, ¡se acabó y ya!, si,… se acabó y punto, pero nadie se marchó, todos en su mismo lugar siguieron esperando.

Cuentan, que pasaron muchas cosas además de tiempo,…hasta que lentamente, paso a paso, como quien no quiere llegar jamás, se acercó al escenario una niña… se posicionó justo en el centro del mundo, frente a todos los sobrevivientes, levantó bien alto la frente, y con voz clara y enérgica, dijo…

Dicen que los niños no mienten, pero yo me enteré tarde, después que en una fiesta de cumpleaños acepté otra cuña de cake cuando le brindaban a los que no habían comido, hay otras cosas que tampoco debían pasar, como vivir en cautiverio las aves, y por eso, queriendo ser obediente un día, abrí la jaula para que mi pajarito de colores escapara y viviera mejor, pero el resultado fue distinto cuando voló al norte,… murió en pocas horas, la contaminación concentrada lo envenenó en breve tiempo… ¿Será la misma causa?, por la que ya no entran por mi ventana las mariposas extraviadas, y están tristes otras abejas porque murió su reina, la reina del panal.

Por si acaso fuera no me bañaré en ríos, ni durante la lluvia fuerte, no me expondré a los rallos del sol, y tendré cuidado si me abren la jaula desde afuera los que aún la mantienen cerrada, y aunque así no fuera, nunca huiré ni me traicionaré volando al norte, para evitar que me pase como al pajarito de colores, seré también siempre fiel a quienes inspiran a nuestro panal, manteniendo izada mi bandera para que no nos extingan como exterminan la miel de otras colmenas.

Mi país no está en guerra, al menos no caen bombas ni se ven soldados atacando la ciudad, como transmiten en vivo por la tele de otros lugares, como podemos ver a diario que sucede en Palestina, como vimos mi hermanito y yo en las noticias del domingo, cuando corría desesperadamente por las calles de Gaza una madre con un hijo ensangrentado en brazos, bajo la metralla, sin saber adónde acudir para salvarlo de la muerte, muertes que suman miles en pocos días, provocadas por misiles disparados por ejércitos que en nombre de la paz, hacen la guerra, misiles que entre las ruinas aparecen después con la insignia USA, u, OTAN… Sin embargo aquí, aquí también lloramos por los tantos que mueren de enfermedades raras, inundados, o quemados por incendios provocados, por falta de medicinas, o ahogados en el mar durante viajes, viajes de alucinados por los cantos de sirena…Acaso bloquear un país durante años intentando rendir la dignidad de un pueblo por hambre, acaso el chantaje económico o incitaciones a la violencia y mucho más, ¿no es también guerra?

Dime padre que estás en los cielos… ¿Qué cosa es guerra?, y por qué hay tantos niños en África que conocen la violencia, las enfermedades y a la muerte antes de saber ¿qué es un helado?

No es azul el cielo en Palestina, sino del color que emana de la tierra tras las bombas… No son lindas mariposas las que vuelan, sino misiles o aviones bombardeando… No se escuchan trinos de ave alguna, sino lamentos y llantos bravos… La luz que alumbra es la del fuego y destellos de metralla… No es agua clara y transparente lo que corre como rio hacia el mar, sino la sangre de los hombres, mujeres y niños inocentes… Que alguien me lo diga urgente, cuando exista un arcoíris en Palestina, para pedirle un deseo, el mismo que le pedí a la estrellita fugaz, o al camaroncito que encontré un día en la orilla de la playa, no les digo ahora, para que pueda cumplirse un sueño perdido.

Ser egoísta es malo, afirmaba mi abuelito… Dime abuelo: ¡que tanto sabes! ¿Es de egoísta pedir?, que seamos todos amigos, o hermanos…Dime abuelo: ¡que tanto sabes!, vivir en libertad ¿también es malo?

¿Quiénes son los buenos?, ¿Quiénes son los malos?, ¿Los pobres o los ricos?….

El pobre se esfuerza al máximo anhelando remuneraciones suficientes, trabajando duro y dando lo mejor de sí para cumplir el deber con su familia,… dulce es su sueño cuando se acuesta cansado y tranquilo con esperanzas de un mañana mejor.

Amargas pesadillas las del rico que se acuesta amando las ganancias, pagando con desvelos para proteger la abundancia de sus lujos, dinero, y poder,… peor aquellos que descubren entre la oscuridad su avaricia, porque aun después de las conquistas si hubiese obrado mal, jamás podrá lograr tener la conciencia en paz.

La cruel pandemia cerró los ojitos de mi abuelito bueno, porque un hombre malo de muchas estrellitas no dejó llegar las medicinas a tiempo, impidió que lo siguiera abrazando tras cada uno de los cuentos que me faltaron por escucharle desde mi camita a la hora de los sueños,… Se me hizo tarde para contarle que yo quiero tener un lugar grande, un lugar libre y verde, donde sembrar un árbol,… el árbol de la paz, para que crezcamos juntos, a salvo y sanos, celebrando todos bajo su sombra cada “Dieciocho de Mayo”.

Solo para entonces, terminará esta obra, con aplausos espontáneos. Solo para entonces, terminará esta obra con el más auténtico de los silencios, el que se guarda para rendir tributo a los que ya no están, bajemos la vista por el dolor que causa tanto daño, hagamos algo coherente para cuidar nuestro planeta y decir NO a las guerras… guardemos un minuto de silencio por nuestros hermanos muertos, y después, solo después levantemos la frente.

FIN

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