Ciclo uno.
Madre.
Mi muerte es inevitable.
Mi madre lo sabe, por eso no está llorando.
Me convertiré en un recuerdo que terminará odiando.
Por algún motivo que no logro comprender,
me amó gran parte de mi vida.
Ay, pobre mi viejita,
su hijo no crecerá,
no podrá ver cómo se casa
o cómo se vuelve papá.
Ay, qué pobre mi querida madre…
su amor nunca fue correspondido.
Se quedó sin lágrimas con el pasar del tiempo,
por culpa de su hijo malagradecido.
¿Quien eres?
Una noche de copas me sinceré con ella. Bien pudo ser por el alcohol en mi sangre, o simplemente por lo solo que me sentía en aquellos días.
Miré aquellos ojos muertos, por los cuales fingía amor, y le pregunté su nombre.
Habíamos dormido juntos en varias ocasiones, dándonos caricias hasta el amanecer. Sus gemidos calmaban mi llanto.
Ella me miró con una sonrisa y dijo:
—¿Quién eres tú?
Vicios: Cocaína —
La cocaína se alejó. Dijo que le hacía mal. Que no podía vivir sin mí. Que cuando me voy, le dan ganas de vomitar. Se volvió adicta a mí.
Empezó a robarle a su mamá para comprar un gramo de mi compañía, sabiendo que me voy a largar.
Ay, qué pobre e ilusa es. Sabe que le hago mal, pero quiere que sea su cura para la soledad. No le importan los daños que le cause; mis golpes le provocan felicidad.
Sus amigas le dicen que me deje, aunque en la madrugada me escriben por WhatsApp.
Cocaína.
Mujer, deja de pelearme y bésame solamente. No ves que no me importa lo que pasó realmente. Tenemos problemas, como todos los demás: tú atacas con cuchillos, yo recibo tus apuñaladas sin cuestionar. Sé que cuando te calmes, me vas a volver a amar.
Déjame ver tu cuerpo desnudo,
me parece espectacular, es mi cocaína, aunque me pega mucho más.
TODOS ME CRITICAN POR ESTAR LOCO POR VOS.
Haber rogado para que te quedes me convirtió en un perdedor. ¡Qué dicha tienen todos de poder juzgar sin haber experimentado el amor! Soy dependiente de ti, lo reconocí hace tiempo. Sé que no me amas, pero aún te sigo queriendo. Tú deseas que el día acabe; yo, que dure un poco más. Me extrañas cuando no me tienes, y cuando estoy a tu lado te cansas deseando terminar. Todo tu amor es un ciclo… uno que deseo acabar. No me hables… que me vuelvo a enamorar.
Pobre hombre.
Ay, pobre hombre que no pidió nacer. Es igual al resto, y no puede ver. Él mismo se arrancó los ojos, por miedo a mirar la realidad y darse cuenta de que el único que podía salvarlo era aquel extraño reflejo.
Tranferencia.
Mi felicidad llega cada quince en forma de transferencia. Salgo de trabajar y voy directo donde ella. A veces me toca esperar, aunque no me molesta. No le gusta mirarme a la cara; le dan asco mis problemas. Para que diga que me ama, tengo que pagar. Su cuerpo es como el de todas… espectacular.
—Te voy a sacar de éste lugar —le dije con amor.
—Seria bajo estar con alguien sin ambición —me respondió—. Prefiero matarme antes de escapar con vos. Y añadió: —Tendría que darte amor por compasión.
Ciclo dos.
Paloma.
Pobre paloma, no puede volar.
Sus amigos la van a abandonar.
No logra avanzar. Todos gritan:
«¡Tienes que progresar!»
Pero su pierna rota no la dejará.
Ahora tiene miedo: la van a dejar.
Antes eras más rápida que las demás,
ahora solo puedes esperar.
Pero ellos no se detendrán.
No te enojes, no te sientas mal,
es tu culpa por esperar
cuando eras mejor que las demás.
Ellas no lo harán.
No le temen a la soledad.
Te han abandonado.
¿Qué harás?
Eres tú.
Eres tú. Lo supe cuando te besé, y lo confirmé al reír con otra persona sin encontrar paz. La felicidad que me dan tus labios no la he probado en nadie más, y aun así, no he dejado de buscarla. Esa sensación… es algo que no se puede replicar. Sé que estoy vivo porque mi corazón se acelera al oír tu voz. Y cuando te vi desnuda, la envidia se apoderó de mí: alguien te conoció antes que yo.
Finjamos.
Si fingimos que nos amamos, tal vez se haga realidad. Podemos querernos un rato y después volver a los brazos de alguien más.
Odiaremos esos brazos, aunque nos sepan querer. Yo extrañaré las mentiras de tus besos, y tú… los “te quiero” aunque no te pudo ver.
Sabemos que está mal, pero nadie nos enseñó a querer.
Nuestro amor será una mentira tan real, que hasta Dios la va a creer.
Pero, no te sientas mal…
No te sientas mal.
Solo eres la opción de un amor que nunca pudo surgir. Eres la última elección de unos besos que no estaban destinados para ti. No eres víctima, así que no me culpes por lo que sientes por mí. Solo apareciste cuando yo buscaba algo de amor y lo encontré en ti. Eres lo que necesitaba, no lo que buscaba ni lo que quería. Así que calla y bésame y vuelve a la fantasía. No me hagas una escena de celos, ni te pongas a llorar, que eres lo único que tengo. Así que no te sientas mal.
Me gusta mirarte.
Me he comenzado a odiar por extrañar tu compañía. Me arrepiento de no haber disfrutado tus besos como debía, extraño tu calor, la forma en la que me decías “te amo”. Quiero volver a tenerte, aunque sea tan solo un rato. Déjame verte, sentirte, amarte.
Me gusta mirarte cuando duermes.
Estás tan hermosa… —¿Que qué hago en tu habitación? —Solo recuerdo tu olor. No te asustes. El arma que tengo es solo para que recuerdes cuánto te quiero yo.
Felicidad.
Cuando te marchaste, la conocí. No recuerdo el día exacto… pero fui feliz. Es tan perfecta, que me daba miedo quebrarla al dejarla caer. Al probar sus labios, vomité. Se convirtió en mi vicio, en mi razón de vivir. No puedo aguantar sin tomarla con mis manos, sintiéndo que voy a morir. Sus besos me ahogan en un mundo que no me deja recordar, y mientras más la pruebo, más logro olvidar. Necesito dinero… no para flores, ni para promesas, sino para comprar esa botella.
No comprendo.
Aún no comprendo cómo es posible que ella me siga amando. No soy perfecto, lo reconocí hace rato; la he hecho llorar tanto, que por cada lágrima me pregunto qué mal estaba pagando. Subí al cielo a pelear con Dios, para que me dijera lo que paso. Le pregunté si ella era su mejor guerrera y yo solo una prueba más… o si estaba pagando algo que hizo mal. Su mirada me dejó claro que ella, un día, se marchará. Y cuando lo haga, se convertirá en el mejor recuerdo que esta vida me dejará
OPINIONES Y COMENTARIOS