Aquí estoy, otra vez yo, escribiendo singularidades desde el corazón,

A un amor lejano, que con solo un beso, mi ser estremeció. 

Acaricio mi alma con su meliflua voz.

Trajo a mi vida gran emoción, 

Cautivó mi espíritu con sus canciones de amor,

Tardes doradas pasamos los dos, el con su guitarra, yo con mi voz,

Dos amantes de la música, armonizando la habitación. 

Por la noche paseos excelsos en la gran ciudad, luces y destellos en su mirar.

Pláticas extensas en el boulevard, 

Sonrisas sinceras, miradas coquetas, conexión excepcional.

Me desvanece su belleza, 

Soy tan débil si me besa,

Hacer volar mi cabeza. 

Me sienta en su regazo, como su niña pequeña.

Es más grande y me gusta, la manera tan brusca en la que susurra que soy sólo suya. 

Es tan hermoso, no aguante mas,

Me tomo con fuerza, no puede parar, 

Le obsesiona mi mirar,

A mi si peculiar forma de besar.

Nuevamente aquí estoy, escribiendo singularidades desde el corazón.

Versos de amor, abominable seducción, 

La cual el provocó,

Hechizada en su dulce voz, 

Me dio vida y mucho amor.

Lo quiero ver, 

Sentir su piel,

La luz de su belleza iluminando con grandeza, 

Me pone a soñar, no quiero despertar.

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