Una nota mal escrita sobre sobre el escritorio. Suena la campana y dos perros cruzan la vereda. Sus ojos son parte de las Tres Marías y más que eso. Los uso de referencia. Los busco por las noches y guían mi andar. El desierto de edificios se hace notar. Solo las hojas se ven en movimiento. Aunque pasan autos por momentos, después nada. En el silencio siento el retumbar de mi corazón, ella también siente lo mismo. Se ruboriza cuando dice que le gusta mi sonrisa, que es única. Lo tomo como un cumplido aunque siento que es una palabra obligada. Busca excusas para pasar el tiempo conmigo aunque no sé bien por qué. Soy el centro de su universo. Todas sus preguntas son contestadas y a mí no se me ocurre nada. Estoy perdido en el vacío. Intento expresarme, actuar con sinceridad pero todo queda en blanco. Un lienzo sin empezar. El primer paso tal vez abra la puerta. Como un hilo enredado que necesita de un tirón. Un empujón. Hoy solo se escucha un respiro. Los edificios aún están, los autos aún pasan al azar, las hojas siguen cayendo pero no son las mismas. El lienzo sigue en blanco. Un ciclo que continua pero otros quedan congelados, parados en el tiempo. Ya no es lo mismo, ya no soy el mismo.
OPINIONES Y COMENTARIOS