No me gusta esta sensación…

Es esa sensación que empieza en ilusión y se prende como llama de fosforo, pero cuando me di cuenta empezó a quemarme y a doler porque fue tan corta que no percibí que era solo mía, él no la noto y solo decidió soplar porque no le intereso lo que se había encendido entre las risas y los juegos. Me encontré con su corazón vacío que decidí abrirme para apreciar el lodo que llevaba por dentro, pero al darme cuenta que el mismo vacío que lo consumía a él me estaba consumiendo a mí por estar tan cerca de limpiar su lodo, después empecé a imaginar que sus pupilas se dilataban en mis sueños y el roce de sus manos con las mías como cenicero con el cigarro, así también era su olor, lleno de dolor que prefería salir, entregarse a la lujuria y a deseos de desmoronarse con todas menos conmigo, todas tocaban sus labios menos yo, así que decidí esconderme como sombra, cerca de sus largos pasos pero escondida entre mi escritorio.

Todos los días nuestras miradas se chocaban y eso me helaba, ¿Me engañe al pensar que también la sentiría? sí me engañe, pero cuando reaccione ya era demasiado tarde, se había incrustado en mis pensamientos, deje avanzar muy rápido esta sensación que me obsesione con los más pequeños detalles de su expresión que termine vaciando mi estomago por creerme esta farsa. 

Farsa por priorizar sentimientos débiles por la soledad, esta sensación volvió para hacerme caer, pero reaccione, reaccione tarde, pero… reaccione.

Ya no te pertenezco sensación de incertidumbre, que me ilusionas y me rompes para no dejarme dormir y levantarme con miedos.

Hoy ya no te pertenezco.