3 estrategias simples para mantener el enfoque cuando tienes varios proyectos

3 estrategias simples para mantener el enfoque cuando tienes varios proyectos

Cómo encontrar claridad y avanzar con tus proyectos múltiples sin perder energía

Hoy, me senté con una hoja de papel y una sola pregunta: ¿ Laura, cuántos proyectos tienes entre manos?
Empecé a anotar todos los esfuerzos creativos y personales en los que he estado involucrada en estos días: Nueve

No me sorprendió. Nueve proyectos es una cuenta bastante familiar, es mi estado natural. Desde que puedo recordar, he sido una multipotencial que camina en muchas direcciones a la vez.

Pero hay días, lo admito, en los que me pregunto si estoy diluyendo mi energía en demasiadas cosas. Si, al hacer tanto, estoy perdiendo la fuerza que tendría si solo hiciera una cosa a la vez. En esos momentos, mis hombros se tensan automáticamente recordándome algo que no puedo olvidar nunca: Esta soy yo, esta es mi forma de hacer las cosas, puedo llegar al mismo lugar haciéndolo de una forma diferente. Lo que es efectivo para otros no siempre lo es para mí.

Créeme que durante años he intentado ser de esas que se enfocan en menos cosas. No funcionó. Me sentí agotada. Vacía. Estancada. Culpable.

Descubrí que termino más cosas —y mejor— cuando dejo que mis nueve proyectos bailen juntos, entrelazados, cada uno alimentando una parte distinta de mi curiosidad.

Aun así, canalizar todo eso no siempre fue fácil. A veces siento que mis ideas se mueven demasiado lento. Otras veces, que me pierdo en el caos de todas ellas.

Si te reconoces en esto, sigue leyendo. Estas son tres cosas que me han ayudado a encontrar claridad y avanzar con propósito.

1. Respira. Estás aquí, no allá.

Cuando el peso de todas las ideas empieza a apretar, no es porque el trabajo sea demasiado. Es porque mi mente ha saltado al futuro y las dudas han tomado el control

¿Y si esto no funciona?. Aún no veo claro todo el panorama. ¿Y si me estoy equivocando?. No podré hacerlo todo…

Cuando mi mente va hacia allá, la parálisis se siente inevitable. Lo que me devuelve a tierra es algo muy simple: treinta segundos de baile intenso y luego 5 min de escritura consciente. Durante todo el proceso inhalo, exhalo, y dejo que mi atención baje al cuerpo.

Desde ese espacio, tengoel tiempo para volver a recalibrarse, para liberar endorfinas, para alquimizar la respuesta de huida por otra de enfoque consciente. En ese proceso vuelvo a aterrizar al presente y las cosas vuelven a cobrar sentido.

Me recuerdo que no podré ver nunca el final del camino si no sigo avanzando, y que en el 99% de los casos ninguno de mis miedos se cumplen, y si lo hicieran….¿qué más da? Siempre puedo volver a empezar de nuevo ( y yo amo los comienzos)

2. Hazlo Divertido

La estructura es útil, pero no tiene que ser rígida. Los sistemas no solo existen para mantenerte organizado; también pueden servirte para motivarte.

Durante todos estos años me he vuelto una experta en trucos para que mi cerebro divergente obtenga la dopamina necesaria a lo largo del día. Así yo no tengo que morir de aburrimiento haciendo algo que no me motiva.

Uno de los trucos que más amo son “las tarjetas de recompensas”. He creado un set de cartas con algunas actividades muy simples pero significativas para mi y las he guardado en una caja súper mona que adorné justo para eso.

Cada vez que completo cuatro tareas cojo una de esas tarjetas al azar y hago lo que dice.

¡La pequeña recompensa que me merezco por mi compromiso conmigo misma!

No tiene que ser complicado. Hoy mismo podrías ir pensando en tus propias tarjetas. Un trozo de chocolate oscuro. Diez minutos de un libro que amas.

¿Cómo podrías convertir el próximo paso en algo que esperas con emoción?

Se trata de disfrutar el proceso lo máximo posible beibi.

3. Pregúntate: ¿qué puedo simplificar?

A veces, me quedo atascada por problemas que podrían resolverse con una pregunta simple.

He pasado horas buscando tutoriales para aprender diseño digital cuando un amigo diseñador podría haberme explicado eso en dos minutos. He intentado trabajar con ruido de fondo cuando todo lo que necesitaba eran unos tapones para los oídos.

Lo mismo con las horas de trabajo: He intentando ser la más productiva despertando a las 6:00 am cuando mi cerebro no empieza a funciona hasta después de las 11:00

¿Piensa qué es lo que te frena ahora mismo? ¿Podrías hacer un pequeño cambio que quite ese peso de tus hombros?

Psttttt. Tú puedes con esto.
La concentración puede parecer esquiva, pero hay una razón por la que empezaste cada uno de esos proyectos. Esa razón sigue ahí, si te tomas el tiempo de escucharla.

Ahora, cierra esta pestaña. Ve a hacer algo de magia.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS