Parece que te encanta hacerle sufrir

Y que disfrutas cuando le ves llorar

Se percibe que hay mil mares

Entre tu amor y su maltrecho corazón

El silencio de tu compasión

En lo mas árido lo enterró

Las lágrimas no le alcanzan pero

Inundan de inquietud a la soledad

Y su alma no puede descansar.

Aquellos dicen que de hombres

No es, ni debe ser el llorar

Demuestra innecesaria debilidad

¿Qué saben ellos de una emoción?

Si no tienen alma, menos corazón

No saben lo que es

La desesperanza o el dolor.

Corre y corre el alma muy adentro

Como estampida de animales sin control

Esperando de ti un poquito de amor

Del alma, la sangre, sus rieles para andar son

Entonces creo, de sangre las lágrimas son

Sin ningún color pero con sol sazonadas

Y se derraman suplicando compasión

Esa alma ya denota que; vacía; casi; está

A cuenta gotas; por ésta vida a rastras va.

La desesperanza atrapa un áspero nudo

Entre el cerebro y el corazón

Sólo el sentimiento y el deseo de llorar

Aunque intente ya no se puede desahogar

Entonces piensa que, desangrado ya está

Ya no puede llorar

¿Qué sucederá?, no sabe ya

¿Por qué el alma no ha podido volar?

Entregado y esperando. Aún no se rindió

Aún sigue esperando

Por una repuesta de amor; suplicando

Y no quiere morir de tu amor deseando

De tu amor, aunque sea un poquito.

De tu amor.

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