Ante la insatisfacción con la política y los avatares expresivos del presente, no restan más que el arte y la poesía—como nos demuestra el autor de esta pieza

En 1954, en los albores de la cortina de hierro que había caído sobre Europa dividiendo el este y el oeste de una manera tan marcada que sus fantasmas aún cabalgan en las calles, el poeta, dramaturgo y filósofo alemán Bertolt Brecht habitaba la Alemania del este después de haber vivido varios años en el exilio a causa de la segunda guerra mundial y sus estertores en los años que la siguieron.
Brecht, un consumado marxista y un entregado creyente en la función social y política del arte, estaba en ese año atravesando una crisis en su pensamiento político. Su esperanza en las bondades de un futuro socialista en la Alemania gobernada ahora por el partido comunista se desvanecía entre sus dedos a causa de la censura de sus poemas y libretos y la cancelación de algunos de sus proyectos teatrales.
Bajo la marisma de este contexto, Brecht escribe un fascinante poema al que nombra Vergnügungen (placeres, aunque la más conocida traducción del poema lo titula Satisfacciones). El poema es una declaración de apreciación por los detalles que llenan la existencia de sentido, de placer y de beneplácito, pero que no logramos contemplar de esa manera debido a la imparable rutina del día tras día, pero sobre todo por el tono grisáceo que la vida adquiere cuando acaecen problemas personales o sociales, cuando parece que no se puede, y no tiene sentido, intentar encontrar la belleza en nuestro alrededor. Cada objeto, acción o estado que nombra Brecht en el poema es pequeño y trivial, pero que si se mira con la lupa de la comparación y en algún momento se carece de alguno de esos detalles, estos cobran ahora sí la vitalidad e importancia que siempre merecieron.
Satisfacciones
La primera mirada por la ventana al despertarse
el viejo libro vuelto a encontrar
rostros entusiasmados
nieve, el cambio de estaciones
el periódico
el perro
la dialéctica
ducharse, nadar
música antigua
zapatos cómodos
comprender
música nueva
escribir, plantar
viajar
cantar
ser amableBertolt Brecht
Vergnügungen
Der erste Blick aus dem Fenster am Morgen
Das wiedergefundene Buch
Begeisterte Gesichter
Schnee, der Wechsel der Jahreszeiten
Die Zeitung
Der Hund
Die Dialektik
Duschen, Schwimmen
Alte Musik
Bequeme Schuhe
Begreifen
Neue Musik
Schreiben, Pflanzen
Reisen
Singen
Freundlich sein
Mucho ha cambiado en Alemania, en Europa y en el mundo en estas décadas después de 1954. Sin embargo, quiero revisitar los caminos que trazó Brecht en este poema, y proponer unas satisfacciones contemporáneas, hechas a la medida de la vertiginosa vida urbana a la que muchos de nosotros estamos sometidos, muchas veces con gusto, muchas veces muy a nuestra voluntad. Así propongo mis Nuevas Satisfacciones:
Nuevas Satisfacciones
La primera taza de café negro del día
El mensaje de texto de mi madre
La encantadora sensación del jugo cítrico en la lengua
Un día de playa después de trabajar todo el año
La nieve derritiéndose ante el sol primaveral
La petulancia del gato
La amabilidad del desconocido en el transporte público
El scotch resbalando por la garganta en su caída desde la boca
El pronóstico del tiempo en la voz de David Lynch
Creer imposible que sea viernes otra vez, gracias a David Lynch
La oscuridad ritual de la sala de cine
La voluntariosa llegada de la luz que cercena la oscuridad de la sala de cine
La plena calma para estudiar que emana la música del canal Lofi Girl en YouTube
El impulso al trance lector que brinda la lista de reproducción de Jazz Fruits Music
La salsa de Ismaél Rivera
La voz de Jaime Baily
La ansiedad adictiva que genera ver hablar a Slavoj Žižek
Ver a los amigos en video llamada
La nostalgia satisfactoria al terminar la serie favorita
Las fotos en Instagram de la cuenta de la NASA
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Laura Duarte
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