Morbo, redes sociales y falta de empatía.
TW: A lo largo de este texto se mencionarán casos de violencia ocurridos en la vida real, por lo que si te consideras sensible o no te interesa, recomiendo no continuar con la lectura.
No sé de dónde sean cada uno de ustedes, pero hace algunos días hubo una noticia que sacudió las redes sociales de México y principalmente de Guadalajara. El asesinato de Valeria Márquez fue difundido a través de su cuenta de TikTok (ya que el suceso ocurrió mientras se encontraba en una transmisión en vivo) y poco a poco fue expandiéndose en X (anteriormente Twitter) por personas que debido al morbo buscaban ver el suceso con sus propios ojos.

No es la primera vez que un caso de este tipo es difundido sin censura en redes sociales. En países como lo son México, lamentablemente la violencia es un tema de todos los días, la narcocultura se ha adherido a la esencia del país, normalizando en extremo situaciones que parecen sacadas de películas de terror. Y gracias a las redes sociales, imágenes sumamente perturbadoras como son cuerpos destazados o videos de la cabeza y el cuerpo decapitado del alcalde de Chilpancingo en guerrero, han invadido las redes sociales —principalmente X donde el algoritmo es mucho más flexible con la censura— dándonos a pensar acerca de qué tan maleable se ha vuelto nuestra percepción de la violencia y cómo lo que consumimos en los medios nos ha vuelto más insensibles.

¿Cómo la difusión de estos casos nos hace más insensibles?
El mundo siempre ha sido un lugar oscuro, lleno de tragedias y situaciones perturbadoras que poco a poco han ido saliendo a la luz. Pero en los últimos años, las redes sociales han jugado un papel clave en la difusión de estas.
A lo largo de la historia han surgido distintos medios de comunicación encargados de difundir las noticias, pero a diferencia de la actualidad, esos medios tenían distintos filtros de censura que en la actualidad no vemos presentes en algunas plataformas digitales.
El fenómeno de la desensibilización a la violencia ha surgido debido a una constante exposición a esta, dando como resultado que los efectos o reacciones al presenciarla sean menores.
La normalización de la violencia en el mundo ha tenido repercusiones importantes en la cultura de los distintos países, hablando específicamente de México podemos notar como la presencia de estas noticias e imagen explícitas de ellas ha creado un efecto de erosión en la forma de reaccionar y empatizar frente a las distintas tragedias, dando como resultado menos movilización social en casos de crisis e incluso apatía o desinterés en tragedias mayores.
¿Libertad de expresión o el morbo como estrategia de marketing?
La libertada de expresión es fundamental hoy en día, el poder expresar nuestra forma de pesar e ideas, es lo que al final del día nos hace seres humanos. Pero a pesar de ser fundamental deben de existir límites morales y legales.
Algunos límites legales podrían ser:
- Delitos de odio
- Información falsa
- Protección a la infancia y juventud
- Secuestro de medios
Mientras las morales podrían ser:
- Responsabilidad social
- Respeto
- Ética profesional
etc.
Al sobrepasar estos límites, damos pie a la promoción del odio y a restarle importancia a sucesos terribles, incluso llegando a rebajarlos tanto que se abre la posibilidad de burlarse de lo ocurrido y convirtiendo una tragedia en una broma.
Un claro ejemplo de un caso mediático que se convirtió en una broma, fue el caso de Debanhi Escobar en 2022, en el que una joven de tan solo 18 años desapareció en circunstancias extrañas en el estado de Nuevo León en el norte de México, para casi un mes después ser encontrada sin vida en circunstancias aún más sospechosas que su desaparición.
El morbo se ha posicionado como una de las estrategias de marketing más exitosas en los últimos años, causando un interés e incrementando el engagement de usuarios que consumen noticias a diario.
Además el incremento de usuarios en las distintas redes sociales ha permitido que no únicamente medios de comunicación oficiales sean los encargados de difundir las noticias que ocurren a diario. Estoy segura que más de uno de nosotros se ha enterado de una noticia por medio de TikTok o Instagram con la particularidad de tener un título súper amarillista que en muchas ocasiones ni siquiera está relacionado a la noticia.
Por lo que no podemos culpar 100% a las redes sociales por la difusión masiva de la violencia ya que la violencia ha fungido un papel cultural a lo largo de la historia de distintos países como lo es México, hemos visto representaciones de esta en el cine y la televisión con anterioridad, pero no podemos ocultar que las redes sociales han tenido un alcance aún mayor facilitando la comunicación sin filtros y promoviendo la falta de regulación que combinada con los algoritmos que suelen promocionar aún más los temas del momento o sensacionalistas, sin darnos cuenta estamos creando un ciclo en donde la violencia se vuelve un espectáculo.

Cuando la ficción comienza a parecerse demasiado a la realidad
Hace algunos días hice un maratón de las películas de Los Juegos del Hambre, y al reflexionar acerca de este tema me he dado cuenta como el mundo cada vez se parece más a ese mundo distopico escrito por Suzanne Collins.
El ver como la violencia poco a poco se ha vuelto un espectáculo, o como es que las personas disfrutan consumir contenido violento e incluso como se ha vuelto contenido aspiracional, exhibe el punto al que hemos llegando en la desensibilizacion a la violencia. La romantización del narcotráfico y las constantes burlas a los casos de violencia, han convertido al mundo en una sociedad sensacionalista que no se alarma ante tragedias sociales.
Sucesos como lo están siendo los conflictos en Palestina se ven afectados por lo normalizada que está la violencia y la injusticia dando pie a un escenario en el que le damos las importancia a lo que se pusieron las Kardashians en la Met gala antes de pensar en las miles de pérdidas humanas que se están dando día a día en distintas partes del mundo.

Concientizarnos acerca de nuestro consumo de violencia y el uso que le damos a las noticas de esta índole, es el primer paso para promover y dale la importancia a los casos de la actualidad. Consumir videos como el del asesinato de Valeria Márquez y aún más consumirlos cuando son editados con afán de crear polémica o burlarse de la situación, únicamente nos hace parte del problema, lo que poco a poco nos acerca a una realidad en la que la violencia dejará de ser percibida y cada vez escalará más y más sin siquiera darnos cuenta.
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