Un poquito de mi

Razones para hacer masoterapia:

En general no soy de escribir, pero quiero explicar la necesidad que he de tener respecto a hacer este cambio.

Si bien no vivo en Somalia o en el Congo, o no estoy en los estratos sufridos y bajos de la sociedad, he de haber pasado por cosas que realmente me pesan -que se pueden divisar en los otros escritos-; los recuerdos de la violencia escolar, la sobrecarga docente (aplicada con una indiferencia conspicua por parte de los directivos) y la indiferencia de la sociedad a esta profesión, y entre otras cosas, la epilepsia, que se desencadena cuando todo esto explota en mí, me agotó.

Me agoté de todo esto, del dolor, de la pena. Por lo mismo, y por recomendación de mi neurólogo, mi neurocirujano, mi psiquiatra, y mi psicólogo (sí, en la churri), decidí cambiar de rubro, para relajarme relajando a los demás. 

Busco hacer un bien, y hacerte bien, haciéndome bien a mí en el proceso. Si logro que tu percepción del día cambie, que resignifiques alguna experiencia, o que simplemente se cumpla el objetivo corporal buscado; de relajación corporal o craneofacial, descontracturante, linfático, o (próximamente) reductivo.