«Manto de realidad»

«Manto de realidad»

Ermitaño

11/05/2025

Es mejor amarte de lejos,

así aprecio tu belleza constante,

porque de cerca,

tus dudas tejían sombras

sobre lo que pudo ser.

Tanta hermosura vi en tus ojos,

tanto amor reflejado como un río quieto,

y aún así, no podías sentirte suficiente,

como si tu valor necesitara

tomar inseguridades propias para escribirlas en otros.

Nadie es perfecto ni tú, ni yo

todos fallamos a veces,

no por maldad,

sino por ser humanos.

Pero no se puede caminar el mundo

con los pies heridos

y culpar a todos

por no cargar tus propios pasos.

Me costaba ver la verdad:

eras un instante, no el total.

Y yo, que soñaba con inviernos compartidos,

tejí ilusiones como abrigo para el frío.

Hasta que un día, sin más,

me vestí con el manto de la realidad.

Hoy entiendo que mis años no encajan contigo,

que tus miedos no hablan el mismo idioma

que mi calma,

que tus suposiciones desgastan mi fuego

y tu forma de querer

no acompaña mis pasos.

Perdona si alguna vez repetí antiguos errores,

si te mostré un reflejo torcido de mí.

No fue por falta de amor,

sino por exceso de lucha interna.

Pero contigo…

me vi empujado a los bordes,

y me cansé de justificar mi existencia

ante tu incertidumbre.

No soy el héroe de ningún cuento,

soy el lobo que aprendió a disfrutar

su propia compañía

antes que compartir su alma

con las tormentas de otro.

No me culpes.

Fui el niño que no sabía hablar, pues se burlaron, y no culpe al resto, aprendí a ser fluido y ligero,

y ahora soy voz en el viento para tantos senderos.

No culpo a nadie por mis heridas,

porque aprendí que en mí

habita la fuerza para sanarlas.

Eso no es orgullo,

es saber que el cambio

comienza por uno mismo.

Y si algo aprendí,

es que todos fallamos.

Tú también fallaste,

no por maldad,

sino porque nadie es perfecto.

Y a veces,

eso también duele.

Porque cuando dijimos hacerlo bien,

nos miramos y sonreímos,

más tus pensamientos no decían lo mismo.

Yo sí firmaba en promesa al aire

con el sentido de querer más todo contigo,

no obstante, para ti seguí siendo el mismo.

Y comprendí con tristeza y paz

que no puedo compartir mi vida

con alguien que no ve

mi verdadero valor y es que si quería más todo contigo…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS