Hasta a mi has de llegar con cierta hidalguía,

procurando no llorar y dar la fe prometida.

Caminar con la pasión, bañar mis días de alegría

emergiendo en gratitud, embriagándome de vida.


Ya estaba escrito que tu piel, se llevaba con la mía.

Mi Lucida Vesania

Jorge Amado Serrano

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