A Seima Nuñez, luz de Ajuterique.
Daldo.
Seima Nuñez, alma buena,
noble de corazón sincero,
llevaste luz en tu camino,
y sembraste amor verdadero.
Maestra de dulces pastorelas,
guía de niños en su andar,
con tu voz brotaba el arte,
con tus manos, el cuidar.
Oriunda del bello Ajuterique,
hija que honra su raíz,
madre amorosa, ejemplo eterno,
tu recuerdo nos da paz.
Partiste sin un adiós,
como el sol que va al ocaso,
solo te vi cruzar serena,
rumbo campo santo y último abrazo.
Hoy tu pueblo te recuerda,
con cariño y con fervor,
porque fuiste llama viva,
de esperanza y de amor.
Descansa en paz, dulce Seima,
flor que el tiempo no marchita,
en cada niño, en cada canto,
tu memoria se eterniza.
OPINIONES Y COMENTARIOS