Aquí, a la orilla del mar,
frente a la playa desierta,
al ver la caída del sol
siento la emoción más honda,
escucho el silencio que grita
y me sobran las palabras.
– – – – –
Van surgiendo los recuerdos,
afloran los sentimientos
envueltos en arena y sal,
en blanca espuma traicionera,
que llega, los deja y se aleja:
ahí te quedan… me dice.
– – – – –
Olas gigantes que azotan el mar
mezclando agua con arena y sal,
llegando una a una,
entre bravura y ternura,
me inspira la imagen,
me evoca el poema.
– – – – –
Mi alma respira
buscando paz, cordura
entre tanta locura;
en la arena caracolas,
en el cielo las gaviotas
regalándome las letras.
– – – – –
Esas olas que besan las rocas,
que van borrando mis huellas,
mientras contemplo el mar,
contemplo también la vida,
son momentos de relax
con sabor a eternidad.
– – – – –
Se escuchan los acordes
de mi corazón sonar:
pasión, emoción, conexión,
las olas me traen vivencias
que dejan suavemente en la orilla
y… una lágrima corre por mi mejilla.
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