Según la Biblia, que es la palabra de Dios. Dice que la idolatría se extiende más allá de la adoración de imágenes y dioses falsos, así como el apego inmoderado o devoción hacia algo. Es cuestión del corazón, asociada con el orgullo, la avaricia, la envidia, la glotonería. Como lo dice la palabra de Dios. “Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es vergüenza. Solo piensan en lo terrenal.” (Filipenses 3:19. NVI)
y el amor por las posesiones, donde lo dice (Mateo 6:24.)

Pues la idolatría, es un pecado antiguo y moderno, que alimenta innumerables angustias y frustraciones. Destruye trabajos y relaciones alejándonos de Dios, que es el único digno de adoración. El único capaz de satisfacer nuestras necesidades más profundas y otorgarnos la alegría y la paz que buscamos, en lugares que no son.

“El libro de Tim Keller de “Los dioses falsos” dice: que un ídolo es cualquier cosa más importante para ti que Dios, “cualquier cosa que absorba tu corazón e imaginación más que Dios, y cualquier otra cosa que busques para darte lo que solo Dios puede dar”.

Esencialmente, un ídolo puede ser cualquier cosa que tome el lugar de Dios como el enfoque o prioridad más importante de nuestra vida. Es decir, adoramos a un ídolo cuando nuestra devoción a una persona, objeto o idea es mayor que nuestra devoción a Dios.

Así que como seres humanos que nos equivocamos en la forma de ver una relación sea de familia, ídolos, tanto religiosos como famosos. No, debemos hundirnos en esa adoración, que es irreversible; Recuérdalo es irreversible.

Ya que ningún humano puede llenar los lugares vacíos en nuestros corazones. De hecho, cuando buscamos la satisfacción de los demás, ya sea de nuestros hijos, cónyuges, pastores, o amigos. Y especialmente si elevamos esas relaciones por encima de Dios, terminamos sintiéndonos consumidos.

Recordemos siempre que solo Jesucristo puede satisfacer nuestras necesidades más profundas de amar y ser amado. Pero debemos recordar que la idolatría puede asumir otras formas.

Cómo es de adorar nuestra religión en lugar de adorar a Dios. ¡Qué cosa, tenue es esta idolatría! Podemos creer que estamos adorando a Dios, cuando en realidad simplemente estamos adorando a nuestras propias prácticas y disciplinas religiosas.

Siempre, será un error, sea cualquier tipo de religión, sean (cristianas o evangélicas). Que da importancia a hacer ciertas cosas determinadas.

Es posible que adoremos, no solo nuestra propia religión, sino nuestra propia iglesia, nuestra propia congregación, nuestra propia secta, nuestro propio punto de vista. Estas son las cosas que podemos estar adorando. Y a pesar, de lo terrible que es esto, estoy seguro de que todos coincidirán en lo fácil que es olvidar la persona del SEÑOR JESUCRISTO. Y circunscribir nuestra adoración a las ideas, a las teorías y a las enseñanzas relacionadas con él.

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