Es mucho lo que siento en el momento, tengo 10minutos, y varios tragos de cerveza, es mucho lo que puede evocar la a emoción, emoción, palabras tan humanas para interpretar la realidad. ¿Que pensara un canario al observar a su pareja?, ¿será posible que solo nosotros evoquemos el concepto del amor?
Amor, palabra que hemos clasificado para los actos desinteresados y llenos de afecto que brindaran un bienestar a otro y/o a nosotros mismos. Es mucho lo que mi mente se estructuró gracias al paso del tiempo, lo veo ahora, incluso, en la redacción, y luego de 7 años, vuelvo a escribir como medio de catarsis y ahora como oficio. Creo que escuche a un profesor decir que Kundera al final de sus días moría de ferviente emoción por enterarse de ser leído, y es que, nuestra necesidad por ser leídos por el otro, nos mueve como especie. Fue la necesidad de ser entendidos lo que permitió la perpetuidad de la especie y como, en últimas, que nuestros cuerpos físicos evolucionaron para ser escuchados. “¿Si no soy leído, para que escribo mis letras?”. Tal vez es para mí mismo es quien escribo, ¿y usted?, querido lector@, ¿para quién escribe?
Escucho el soundtrack principal de la película: “the Schiller list” siento que puedo perderme en el violín toda la madrugada, ¿qué es mejor que evocar una melodía con el sentimiento mismo de la melancolía y resurrección representado en la cinta cinematográfica de la que fue una de las más grandes dolencias del ser humano? Luego cambio a Chopin – Fantaisie-Impromptu, melodía.
Ahora no pienso nada. Paso a la melodía de “la campanella” de Liszt. Ya debo volver a mis labores. Tiempo y dedicación. Hay tanto que quiero hablar, hay tanto por lo que quiero ser oído, hay tanto por lo que quiero escuchar. Palabras como: “te amo”, “complemento” y “hoy”, son tremendamente poderosas. ¿NO TIENES MAS QUE ESCRIBIR?, ¿te falta inspiración muchacho?. La humanidad es tan compleja y el mundo tan extenso, que te harían falta dos vidas para llegar a comprender todos los contextos mi querido psicólogo, y este texto se vuelve tan personal que no quisiera ya que fuera leído.
Moriré algún día madre, le decía hoy, ella me recordara como el mejor de los hijos, pensaba, pero realmente yo no recordare esas palabras si muero primero. Y es que, jamás sabré si fui leído o recordado, pues mi energía se guardara en aquello que es todo, nuestro mundo, la corteza cerebral.
OPINIONES Y COMENTARIOS