La libertad del dolor

Son muchas las ocasiones en las que sentimos dolor, y a veces esos momentos se alargan mucho, pero siempre hay salida de ellos, siempre podemos mejorar y solventar un dolor, no importa lo grave que sea. Pero para hacer eso, hay que creer, hay que realmente buscar la manera de hacerlo, porque eso es lo que nos lleva a mejorarlo.

No podemos vivir con dolor, no podemos ser con dolor, a veces para vivir solo hace falta ser aquello que debes ser, y no aquello que realmente necesitas ser. Son muchas las problemáticas básicas de un ser humano, como para encima tener que lidiar con los problemas y necesidades del malestar que otro nos concibe, y he ahí la cuestión, no son nuestros dolores, pero solo estamos viviendo con ellos, de una manera en la que es la única posible, pues, solo somos aquello que debemos necesitar para mejorar, y así es como se mejora un dolor, necesitándolo, queriéndolo, avanzando y mejorando dentro de todo aspecto posible que puede llevarte a solucionarlo, porque así lo va a hacer, el dolor es imposible demostrarlo, solo es posible vivirlo y padecerlo, y así es como siempre puede ser y siempre va a comportarse de esa manera, el dolor es algo pasajero, pero lo que deja tras de sí es eterno.

Es por esa razón que necesitamos mejorar, y cambiar, para poder llegar a ser mejores versiones de lo que somos ahora, no hay que ser mejor que el ayer, sólo hay que ser mejor que el hoy. Siempre se es posible estar bien, pero hay que buscar la manera de que así sea, nunca puedes esperar mejorar, sin antes dar algo a cambio para que así sea. El dolor es un compañero, feo, amargado y desagradable, pero ahí está, incluso cuando no lo puedes ver, es doloroso vivir en dolor, es duro mantener un problema por mucho tiempo, pero a veces eso es lo único que sabes hacer, sufrir, y desmoronar tu mundo en pedazos ínfimos, que destruyen tu tiempo y existencia, a veces es duro estar vivo, y es por eso que hay que seguir viviendo a pesar de lo difícil que es, a veces es mejor callarse y mejorar, que solo hablar tonterías, a veces hay que sentir dolor y pesimismo para reconstruirse más fuerte, a veces el dolor siempre tiene sentido, a veces es una cagada, pero siempre será algo que nos lleve al olvido, pues, ese es el único lugar al que pertenecemos, el ser olvidado.

A veces la vida es tan simple como verla a los ojos, pero solamente cuando esta te esté sonriendo. Y otras veces a la vida hay que destruirla, no a quién vive, sino al objeto molesto que nos destruye el alma, eso es lo que siempre debemos matar, no a quién, sino a qué. Hay que matar y destruir aquello que nos amarga la existencia, hay que matar a aquello que nos hace daño, hay que acabar con el sufrimiento y la agonía, y así siempre debe ser, correcto, bueno, y comprensible.

Tal vez hoy tú estés con dolor, tal vez tú hoy estés sufriendo, pero recuerda que siempre se puede salir de eso, porque siempre puedes hacerlo.