Dientes Feos – Carlos Pisani Neto – Brasil/Paraguay – 2025

Qué rostro lindo, perfecto, simétrico. Una belleza delicada y aun
así seductora. Si no fuera por la ropa sencilla, diría que se
trataba de una modelo fotográfica o una actriz. Intenté sacarle una
sonrisa con otra sonrisa, pero ella demostró cierto fastidio y
mantuvo una mirada seria. Resolví saludarla, pues decidí que sería
un desaire dejar pasar en blanco esa oportunidad. Fue entonces que
percibí el motivo de tanta timidez.

Al
terminar de pronunciar el nombre, el cual no es relevante a esta
narrativa, ella dio una leve sonrisa, tímida, pero suficiente para
revelar la tonalidad de los principales dientes de su graciosa
boquita. Algunos amarillos, otros marrones, cenicientos y morados,
con pintas negras entre ellos. La boca cariada no llegaba a
perjudicar su belleza, hasta incluso porque permanecía cerrada, pero
parecía que sería un obstáculo entre nuestro posible futuro amor,
aun cuando la muchacha solo hubiera dicho el nombre.

Resolví
progresar la conversación de la manera más obvia y elogié su
mirada, porque debido a la sonrisa cariada tuve recelo de elogiar el
conjunto de la obra y ser mal interpretado, imaginando que ella
tuviera algún complejo de fealdad debido a la sonrisa que costaba a
presentar. A ella le gustó el elogio, y entonces progresé en la
conversación, preguntando las cosas usuales que se pregunta en una
situación de esas, hasta que sentí que sería el momento de
invitarla para una taza de café.

Conforme
nos fuimos conociendo, percibí que yo no conseguía visualizarme
besando aquella boquita cariada, aun cuando me hubiera gustado su
belleza y modo tímido. Fue en esa hora que diseñé una artimaña un
tanto diabólica. Le dije a ella que un amigo cercano era dentista, y
que él estaba probando en Brasil una técnica nueva de implante
dental y que yo mismo iba a permitir que hiciera en mí porque dejaba
los dientes mucho más bonitos que los originales. ¡Todo eso sin
costo ninguno!

Mientras
yo explicaba, la muchacha demostraba un cierto desconforto. Cuando
terminé lexplicación y pregunté si ella estaba dispuesta a
colaborar, ella confesó que tenía miedo deir al dentista. Intenté
rgumentar que sería indoloro, y ella respondió de forma
sorprendente, diciendo que yo parecíaincomodado con su sonrisa.
Hasta corrió una lágrima de su rostro.

Sentí
remordimiento en esa hora. Ella entonces me confesó que pensaba que
yo pudiera estar interesado en ella como ella es, con su sonrisa
cariada del modo que es, y no de la manera como yo quisiera que ella
fuera. En el instante que ella dijo eso, mi corazón latió más
fuerte y finalmente me enamoré. La besé, por fin. Un beso largo,
mojado. Caliente. Ahora ya no me importan sus dientes feos.

Solo
quiero quedarme con esa mujer maravillosa, de dientes cariados pero
corazón noble. Espero hasta que ella me transmita sus caries, si es
que eso es posible, para que nosotros dos nos quedemos con la sonrisa
igual, hecho almas gemelas.

Etiquetas: cuentos amor cortos

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