¿Por qué existe el mal?

Una de las grandes incógnitas acerca de las personas, es la existencia del mal. La consistencia negativa, es un tema que nos ha acompañado toda la historia, y siempre ha estado presente en nuestra conciencia.
El problema con el mal, es que cuesta mucho entenderlo, cuesta mucho comprenderlo.
Sin embargo, he dado con una posible herramienta, que nos permitirá comprenderlo mucho mejor.
Se llama, separación significativa procedimental. 

Imaginemos que tenemos dos personas diferentes. Esas personas tienen el objetivo de ser diferentes, tienen el objetivo de ser únicas. La pregunta es entonces… ¿Cómo estas personas llegarán a ser distintas? Porque si nos enfocamos en lo bueno, serían iguales. El mal, que cada persona viva, será lo que la separe una de otra.
El mal, es lo que diferencia a una persona de otra, porque el mal, es lo que cambia la estructura personal de cada quién, y lo que lo moldea y lo acomoda bajo un significado definido.

En última instancia, el mal es lo que nos hace quienes somos, y es lo que nos diferencia de las demás personas, hablando de individuos, o grupos. El mal es nuestra identidad, es lo que nos hace quienes somos, por ende, qué males vivimos, es lo que definirá quiénes seremos.

No es que el mal defina qué somos, pero el mal específico que vivimos, es lo que específicamente, nos dará esas cualidades, que otros no tendrán, porque no lo han vivido.