Carta de una lechuza – 28 de Mayo

Nunca sabrás cuanto te amé y cuanto te quise, pero fue lindo soñar contigo aquella ilusión que no realizaré, al final llegamos a la típica frase «No eres tú, soy yo»

La cantidad de veces que he tratado de escribir este mensaje para poder explicarte cómo estamos. No encuentro palabras precisas para decírtelo y me da miedo de decepcionarte o causarte más daño. No sé, sinceramente, cómo abordar lo inestable que es mi vida y tener que transmitirlo. Me gustas mucho, pero siento que hemos ido muy rápido. Mi madre es una persona muy pendiente de mis relaciones por el mismo motivo que me ilusiono muchísimo y luego suelo devaluar a las personas. No brindo algo duradero o estable y, aunque, evite
hacer daño…puedo causarlo. Entonces, me di cuenta que deberías conocerme algo más y yo saber más de ti. Seria muy triste que iniciemos algo y poom, se quedara ahí porque Sherian no supo manejar bien algún comentario.
Desde el 25 de mayo pienso en ti día y noche, tratando de armar este mensaje para poder sintetizar todo. Supongo que has de estar molesto o algo resentido conmigo y es muy comprensible. Yo también lo estaría, si fuera tú.

Me gustaría salir contigo a comer algo y, probablemente, conversar. Lamento demasiado haber sido una persona tan horrible…
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Hoy es 28 de mayo y me pregunto si alguno de tus estados serán para mi… tal vez sea tonto, porque fui yo la que se alejó. Pero, no estoy en mi mejor momento, vuelvo a dormir a base de clonazepam y lloro por cosas pequeñas. Soy un desastre que se cruzó con alguien tan maravilloso como tú. Me devolviste varias sonrisas. ¿Qué me detiene en hablarte?
Tal vez el miedo de que me conozcas, miedo de que no me entiendas y yo me aleje, miedo a estar a la defensa contigo, miedo de quererte más y no hacerlo sanamente. Tal vez sea eso, solo espero que te estés cuidando.