Mis recuerdos se enfrían con el paso del tiempo.
La vida no premia a un corazón errante,
que se pierde siempre en unos ojitos negros…
¿o cafés? Ya ni sé qué pensar. Quisiera verte.
Porque fue un sueño, esos días de tu sencillez:
sentir el calor de tu cuerpo en mi piel,
escuchar tus suspiros de placer,
y verte desnuda, entregada a mí.
Tu olor: el único vestigio en aquel top gris.
¿Lo dejaste acaso como un recuerdo,
sabiendo que te irías lejos de aquí?
Y aunque la tristeza me consume, sé que no será mi fin,
porque el agradecimiento pesa más que el lamento.
Por ahora, serás mi luna… hasta que brille mi propio sol.
OPINIONES Y COMENTARIOS