La anoche libera tus labios, 

del cerco porfiado de las comisuras, 

mi boca se apropia del borroso encanto que cae resbalando,  

 regresa de vuelta, sin el mundo exacto,

de tercos murmullos que van tarareando,

el suave planeo del final del beso.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS