Esta mente se quedó dormida
dejando a las neuronas a cargo.
Las maricas no saben como dirigir este barco corporal
y el amor está impresionada de esta larga pausa.
Perdóname querido.
Volveré a los brazos de tu voluntad.
Sólo ahorita necesito respirar
y que mis neuronas paren de gobernar.
OPINIONES Y COMENTARIOS