Otra vez adiós

Llueve sal en la tierra infértil,

mientras el universo nos regresa

al lugar donde fuimos plantados.

Soñamos y nos engañamos, 

como el sol siente la brisa del mar

al atardecer,  que tan solo sueña.

Tus huellas y las mías

se borran con el rastro visible

de quienes nos acompañan.

La ilusión miente y envuelve;

herida mortal tendrá el amor

hasta que el destino se niegue.

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