Dejaré el último momento,

respirando la sencillez

que me llamo hace mucho tiempo.

En mi árbol, compartiré los secretos

que no se hicieron viento,

ni dejaron de existir.

En mi árbol, terminare el dolor la inquietud,

que he vivido en este joven tiempo.

Me sentiré en sus hojas, y regare su tronco

con toda la vida que corra por mis venas.

Viajare por un camino, donde nunca se

encuentra el de vuelta.

Con mi árbol, compartiré el silencio

que he deseado hace mucho,

me rendiré al tiempo futuro.

Llegare tal vez en algún bello lugar como

soñamos, o adónde padecemos la condena

de un propio crimen, donde lleva a pagarse

eternamente.

En mi árbol, dejaré caer la última gota de

mis ojos, forjada por tan poco

entendimiento, de un cimiento que guío

a toda una locura.

En mi árbol, me pediré el perdón,

y tal vez, no me perdone,

tal vez por falta de caminos, o de no haber

crecido para transitar sin rumbo.

En mi árbol, dudaré el momento,

me sentirte tranquilo, me sentare en el

suelo, y por el bien de todos los que quiero,

pediré mi último deseo.

Etiquetas: luis arrúa

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS