Ni en mis sueños más anhelados,
Ni en mis latidos más oscuros,
Ni en el ocaso de mi vida,
Te imagino tan perfecta.
Un antes y después de las miradas,
Un atento desperdicio de tiempo,
Crea en mí un mundo inimaginable,
De panoramas subnormales de belleza infinita.
El encontrarte en los caminos transversales,
Delata la búsqueda de un ser especial,
Aquel que algunos lo encuentran, y que otros lo buscan eternamente,
Sin encontrar el objetivo.
El tiempo voraz enemigo,
De situaciones alcanzables o no,
De contemplarte hasta mis pensamientos,
Y desearte en mis brazos.
Un camuflaje de verdades.
Aunque subrayadas de realidades,
Nace y muere al solo pensarte,
Y la apnea me funde y me arropa letalmente.
Disparate de dulzuras,
Naturalizada en descontrol,
De necesitar un abrazo furtivo,
Y un beso al infinito.
Epicentros de destellos,
Pulverizadas de pasión,
De fluctuar tu impresión,
A través de canales sin sentidos.
Pintada tu vida de colores,
Pinceladas de juventud,
Sombreadas de experiencias,
De existir y derrochar preciosidad.
Pensamientos indecentes,
Pensamientos sádicos,
Lujurias sigilosas,
Sospechadas de energía incontenible.
Y en las incertidumbres de emociones,
Dibujo tu silueta,
Marcada de pasión,
De transgredir lo humano a lo desafiante.
Pero en la vorágine mía,
Quisiera experimentar el simple cosquilleo,
De tu alma liada a la mía,
De licuar los arrebatos de lo que sea.
Y adentrarme a tu pensamiento,
Y limitarme a conocerte o desconocerte,
A pensar igual o no a ti,
Y sin tapujos de nada.
Y al final del anhelo,
Nos fundamos en hacer,
Lo que nos apetezca,
Y brindemos apegados el uno al otro,
Extasiados de sentimientos sin caratula alguna.
OPINIONES Y COMENTARIOS