¿La ansiedad es como la melodía a los vientos?
Puedo hacer arder una pared ahora, más tarde otra.
Sumarme así una multitud de barricadas pues, la primera
Fue la ansiedad, luego la constancia, después
La perfección y la última el silencio.
Sé que la primera aurora y la última de mañana
No serán por mí contempladas. Cuando quiera descansar,
Imaginaré dónde comenzar el fuego mañana; si enfermo,
Dónde es que encenderé mi pira. Guardar del mundo y sus elementos, su animosidad;
Sus propiedades, de mi (Mis vacíos con sus tempestades).
Antes cuando el fuego era difícil de generar
Se procuraba por generaciones ardiendo, amén de
Encontrase íntegro flameando.
Y si buscas huir, ya lo has estado haciendo.
Tanto el objeto como el sujeto atraen cual imán, por ende
Sea tu deber pequeño o grande la prevalencia
De tu fuego es lo que eleva al sujeto.
Conoce tu peso así como tu valor. Y más temprano
Que tarde estarás guardando tu propia llamarada.
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