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Trabajar desde casa suena como la vida soñada: tu propio café, ropa cómoda, cero tráfico… ¡el paraíso!
O al menos eso es lo que uno imagina.
La realidad es que, si no te organizas, terminas peleando con la almohada porque te pasaste todo el día en la cama y ni te diste cuenta de qué hora era.
Para que eso no te pase, te dejo unos cuantos trucos que me han salvado más de una vez, ya que trabajo desde casa hace ya más de 15 años.
Tu agenda no es un papelito más
¿Sabías que el teletrabajo tiene una especie de agujero negro temporal?
No es broma.
Empiezas el día «relajado», pensando que tienes todo el tiempo del mundo, y cuando parpadeas, ya son las 4 de la tarde, no has almorzado y el perro te mira con cara de “¿Te olvidaste de mí?”.
Para que eso no te suceda, anota lo que tienes que hacer y asigna horarios.
No te digo que te pongas un cronómetro, pero tampoco dejes que el tiempo te maneje. ¡Tú eres el dueño de tu agenda!
No trabajes desde la cama, por favor
Mira, nadie dice que no puedes llevar la notebook a la cama de vez en cuando, pero ten cuidado con caer en la trampa.
Te cuento un secreto: tu cerebro no sabe si estás trabajando o si estás a punto de echarte una siesta.
¿Resultado?
Terminas rindiendo menos que una computadora sin batería.
Crea un lugar decente para trabajar.
No hace falta que te compres un escritorio enorme, pero un espacio con buena luz y sin las sábanas acechando es clave.
Verás cómo cambia todo cuando tienes un espacio que te dice: “Aquí se trabaja, no se duerme”.
Empieza con lo más difícil
Todos odiamos esa tarea que está en la lista desde hace días (o semanas).
¿Sabes cuál es?
Sí, esa.
La que cada vez que la ves piensas: “Mmm… después”.
Pues no.
El truco está en enfrentarte a ella primero, cuando todavía tienes energía y no estás buscando videos graciosos para procrastinar.
Así te la quitas de encima y después todo lo demás parece pan comido.
¡Es como empezar la dieta el lunes, pero esta vez en serio!
Las redes sociales no son tu jefe
Sé que es muy fácil caer en la trampa del “solo voy a ver Instagram cinco minutos”. Spoiler: cinco minutos se convierten en media hora y después estás buscando recetas de brownies.
Para evitar eso, apaga las notificaciones, cierra pestañas y guarda las redes para después del trabajo.
No te preocupes, los memes siguen ahí cuando terminas, pero tus pendientes no se hacen solos.
¡Tómate un recreo, no eres un robot!
A veces te metes tanto en el trabajo que olvidas que sigues siendo humano.
Te cuento algo: está bien parar y respirar.
No tienes que ser un robot ni pasar cinco horas seguidas frente a la pantalla.
Levántate, estírate, prepárate un té, um café o un mate, y mira por la ventana.
Un pequeño descanso y vuelves con la mente despejada.
No es vagancia, es estrategia.
Evita las interrupciones familiares
Si trabajas desde casa, seguro ya te ha pasado.
Estás en plena reunión virtual y de repente entra tu perro, tu hijo, o hasta tu abuela, preguntando si viste la tabla de picar verdura.
Todo el mundo cree que, porque estás en casa, estás “disponible”.
La solución es simple: pon límites claros con tus horarios y avísales a todos en casa que no te interrumpan… a menos que sea una emergencia, como que se acabó el café.
Para todo lo demás, que te pregunten cuando apagues la computadora.
El ocio también es parte del plan, pero después de las tareas
Teletrabajar no significa que tienes que ser una máquina todo el día.
De hecho, es muy importante que disfrutes de tu tiempo libre.
Pero, ojo, que no se te inviertan los roles.
Primero terminas lo que tienes que hacer, y luego te vas a ver tu serie favorita.
De lo contrario, el episodio se transforma en maratón, y acabas diciendo “bueno, lo hago mañana” mientras miras el reloj y te das cuenta de que ya es de noche.
Usa las herramientas, no las colecciones
No te equivoques: no hace falta descargar todas las aplicaciones de productividad que existen.
No estás acumulando herramientas, estás trabajando.
Utiliza las que realmente te sirvan y listo.
Eso de probar veinte programas para organizarte es perder tiempo, no ganarlo.
¿A quién queremos engañar?
Saber cuándo cerrar la jornada
Uno de los mayores desafíos del teletrabajo es saber cuándo es hora de apagar la computadora.
Si no tienes cuidado, puedes pasarte todo el día contestando correos o haciendo esa “última” tarea que “solo lleva cinco minutos”.
La solución: al final del día, apaga todo lo que tenga que ver con trabajo y dedícate a hacer algo que disfrutes.
Si no lo haces, te vas a convertir en un zombi del home office, y eso no le hace bien a nadie.
¿Desconectarse?
Fundamental.
Revisa tu progreso de vez en cuando
Nadie se desarrolla personalmente de la noche a la mañana.
Requiere ir ajustando los hábitos, evaluando cómo te va y cambiando lo que no funciona.
Lo bueno del teletrabajo es que puedes probar hasta encontrar tu ritmo ideal.
Reflexiona sobre qué estás haciendo bien y qué podrías mejorar.
Es como afilar un cuchillo: si lo usas todo el tiempo sin pulirlo, al final no corta nada.
Consejos finales para que el teletrabajo no se convierta en un caos:
- Pon límites: Establece claramente cuándo trabajar y cuándo desconectar. Si no, todo se mezcla y acabas trabajando a las 11 de la noche.
- Mantén la disciplina: Teletrabajar es como hacer dieta: sabes lo que tienes que hacer, pero si no te disciplinas, te lo comes todo (o en este caso, el día se te va en memes).
- No te aísles: Aunque trabajes desde casa, es clave mantener contacto con otras personas. Un poco de charla virtual hace bien para la motivación.
Y me despido con una frase de Jim Rohn que va al punto:
“La disciplina es el puente entre metas y logros”.
Así que ya sabes, organiza tu rutina, respeta tus tiempos y sácale provecho a tu jornada, todo desde la comodidad de tu hogar (y sin perder la cabeza en el intento).
Preguntas
Aquí tienes 5 preguntas de autoevaluación para que te examines en este tema:
- ¿Tengo un espacio definido y adecuado para trabajar desde casa?
- ¿Sigo una rutina diaria con horarios establecidos para teletrabajar?
- ¿Tomo descansos regulares durante mi jornada laboral?
- ¿Apago mis dispositivos de trabajo al finalizar la jornada?
- ¿Evito distracciones como redes sociales mientras trabajo?
Si una o más respuestas fueron negativas, hay trabajo que hacer y somos los socios ideales para ayudarte a hacerlo.
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