Estás, aunque no lo sepas, estás.
En cada una de mis palabras, estás.
En todos mis días, estás.
Y en las noches, en la luz que entra por la ventana, estás.
No intentes irte, porque no te irás.
Tu sonrisa, tu mirada, tus palabras, aún estás.
Te fuiste, pero te quedaste y aún estás.
No te afanes por regresar, porque sin querer te quedaste.
Aún estás.

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