Mientras mi alma clama al abismo,

mi corazón llora, callado, en un silencio que devora.

La soledad me envuelve,

un vacío insoportable que pesa como mil tormentas.

Esta nueva vida, fría, absurda,

tan gris como un cielo sin amanecer,

me ahoga lentamente.

Mi corazón, frágil, se desmorona,

ahogándose en un vaso de su propio llanto,

mientras mi alma desesperada alza un grito,

un grito desgarrador que lleva la voz de mil ángeles caídos.

Ellos claman, suplican a Dios,

rogando que la normalidad regrese,

que las sombras retrocedan,

que tu y tu amor vuelvan a mi.

Mi alma es tuya, mi corazón vive por ti,

Te Amaré hasta el final de Dios 

Amor de mis vidas 

Amor de toda mi existencia 

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