Es verdad lo que se dice en las calles, se dice que más vale ser tonto y enamorarse sin querer, que pasar desapercibido sin haber amado toda una vida. Pero mi insistencia evita que me sienta querido por el simple hecho de no querer de la misma manera.
Tonto humano que no logra convencerse así mismo, es complicado hallar una sola manera de dejar de ser lo que siempre se quiso. Ahora distraido y caminando me doy cuenta que me agrada el chillido de las llantas al frenar para evitar matarme, me hacen sentir un poco vivo. Quiza así de simple debe de ser amar.
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