Mi mayor prueba

Deseo profundamente no sentir este dolor que se clava en lo más hondo de mi alma, esa desesperación que me abruma y me ahoga en un mar de tristeza. Es un peso que arrastra mis días y oscurece mis noches, una sensación que no me deja respirar con libertad.

Este sentimiento de no haber podido cumplir todo contigo, de no haber llegado a ser todo lo que deseábamos juntos, me consume lentamente. Es un pensamiento constante, un eco en mi mente que no cesa. Me agobia y me desgasta.

Te amo con cada fibra de mi ser, con toda mi vida, y ese amor, es mi refugio y mi fuente de dolor que arde y quema. Es un amor tan inmenso que duele, tan puro que me desarma.

Quiero seguir adelante, encontrar el camino que me permita sanar y reconstruir lo que queda de mí. Pero, al mismo tiempo, no quiero avanzar sin ti. Es una contradicción que me divide, un deseo de seguir viviendo y, a la vez, una negación de hacerlo sin tu presencia.

¿Cómo se sigue adelante cuando el corazón aún late al ritmo de un amor que ya no puede ser? ¿Cómo se encuentra la paz cuando la ausencia se siente tan presente? Espero hallar la respuesta en el tiempo, aunque hoy el peso de tu ausencia siga siendo mi mayor prueba.